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TRIBUS URBANAS
Más o menos visibles, se agrupan en torno a consignas, ideologías, ídolos o pasiones comunes. Comparten códigos, credos, actividades y atuendos. ¿qué hay de nuevo entre las tribus que le ponen color a la ciudad?
POR SILVANA SILVEIRA
FOTOGRAFÍAS: PABLO RIVARA
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LEANDRO (VOODOOKID),
ELECTRO POP FRIENDLY
Por raros y bizarros que se vean, los seguidores de esta incipiente movida tienen un look propio. Leandro, más conocido en el ciberespacio como Voodookid, se reconoce fan de bandas y artistas electro-pop o electro-clash extranjeros como Miranda!, Miss Kittin, Nancys rubias, Fangoria, Pornogolossina, María Daniela y su sonido Láser; y de locatarios como Dani Umpi y Palangano. “Hace tiempo empezó esta efervescencia, pero yo hace poco que estoy en la onda: unos dos años. Se extiende mucho por internet. Nos nutrimos mucho de material de otros países como España, Chile y Argentina”, cuenta Leandro. Si hay algo que comparten estos coloridos caciques es el gusto por el baile, y las fiestas que los convocan son las Redzone que organiza cada tanto la dj uruguaya Paola Dalto. Este año se realizaron varias de temática GLS (Gays, Lesbianas y Simpatizantes) en Key, donde antes funcionaba Milenio, y algunos ágapes en Living. Otro denominador común es el gusto por una estética que mucha gente ve como ridícula o payasesca. “Acá todavía prima el tabú de la vergüenza, seguimos tirando al gris, el negro y el marrón. Cuando salgo de pantalón fucsia la gente me mira como si fuera un engendro del demonio, pero me encanta romper las reglas”. Leandro arma sus atuendos guiándose por los looks propuestos en las pasarelas, alguna que otra tienda, y muchos elementos electro-pop. En su inseparable mochila no faltan muñequeras funky, orejitas de peluche (de osito o conejito), pins y maquillaje. Perlas falsas, tules rosados y plumas son igualmente bienvenidos. El electro-pop-friendly es un ambiente que fomenta la tolerancia. De hecho, algunos de sus más fieles representantes cultivan cierta ambigüedad sexual. “No me molesta ni un gay ni un plancha, y mi mejor amiga es travesti. Me gustan las personas open minded”. ¿Otras señas particulares? Todos los integrantes de la movida electro-pop tienen su fotolog, adoran el karaoke y vieron miles de veces la película Cielo Líquido. |
JOZSHUA, PLANCHA
Para este joven de Piedras Blancas, ser plancha es ser diferente a los demás. “Es tenerla más clara. Saber caminar. Al menos sabés que si sos plancha vas por la calle y nadie te sale a robar, porque piensan que andás en la misma”. Eso sí: no es lo mismo ser plancha que rastrillo, se apresura aclarar. “Esos son los que andan por el barrio robando. Los que roban se meten en un banco y no andan por la calle. No te los cruzás”. Según dice, hay otras cosas de ser plancha que le sientan bien. “Yo gano más de plancha que de cheto. Un cheto a las planchas no les cae bien; en cambio, un plancha gana chetas y planchas por igual. A la hora de la conquista rinde más ser plancha”. Se los reconoce a simple vista por el corte de pelo, “extravagante y llamativo”. También es importante usar ropa de marca: las consabidas camperas Alpha y los championes Nike que consiguen en las ferias de barrio, o le compran a los rastrillos. La música obligada es la cumbia y la cumbia villera, Karibe con K y los Pibes Chorros. La bailan en el Inter, en Aruba y en Siete Lunas. Entre sus códigos, mandan dos cosas: no se rastrillan entre sí ni se ganan a la “gata” de otro plancha. Sus archienemigos son los policías. Según Jozshua, si ven planchas en una esquina tomando vino los llevan a interrogarlos sin mucha palabra de por medio. “Sólo por estar sentados, ahí”, asegura este joven. |
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FERNANDO BRIANO, GEEK
Coleccionan spam graciosos y le hablan a las computadoras: no porque estén aburridos, sino porque temen que ellas lo estén pasando mal. No ven la luz del sol ni a palos, y si pudieran, pedirían que los enterrasen con un monitor CRT Trinitron de 21 pulgadas. Según Fernado Briano, un geek es “alguien motivado principalmente por la pasión”, y naturalmente interesado en la tecnología, sobre todo en las computadoras. Una persona que ha elegido la concentración en lugar de la conformidad y que persigue la habilidad (especialmente la técnica) más que la aceptación social. Son fanáticos de las matemáticas, la ingeniería, la ciencia ficción, el cine, los cómics, la historia, los videojuegos, la música, el arte y la literatura. Entre sus rituales figuran las LAN Parties, en las que básicamente se juega con varias computadoras en red; las Linux Install Fests, cuando instalan el Sistema GNU/Linux en varias máquinas; y las Nintendeadas, en las que pasan noches enteras jugando al Nintendo. Un verdadero geek es una persona cuya fascinación por la tecnología y la informática llega a niveles obsesivos. Más que una afición concreta, es un estilo de vida y una forma de ser. Los satisfacen cosas difíciles de comprender para el resto de los mortales, como compilar un kernel Linux desde cero. La sociedad los ha emparentado con los nerds, pero Briano se jacta de no usar lentes ni camisas a cuadros de cuyos bolsillos despuntan lapiceras. “Parecido no es lo mismo. Un nerd puede ser geek, pero un geek no necesariamente es un nerd. El nerd es más cerrado, menos sociable, más enfocado a los estudios y no necesariamente a la tecnología y sus novedades. Si bien comparten la pasión por el conocimiento y la ineptitud social (tengo que reconocerlo), el nerd es más solitario y se excluye más de las actividades físicas”. No hay cómo identificarlos a simple vista. “Como parte de nuestro plan para conquistar al mundo, debemos pasar inadvertidos, por lo que nos camuflamos en el montón vestidos de gente común. Aunque a veces nos ponemos remeras que soamente otros geeks pueden entender. Por ejemplo, con mensajes como ‘RTFM’ o ‘All your bases belong to us’. Esas remeras son entendidas por geeks únicamente”, bromea Briano, cuyas andanzas pueden seguirse en su blog: picandocodigo.net. |
MARÍA NOEL SILVERA, VEGANA MILITANTE
María Noel forma parte de AnimaNaturalis, una organización que promueve los derechos de los animales y cuyas máximas son: “todos los animales tenemos las mismas partes” y “hazte vegetariano”. Para ella, para los 15 jóvenes que participan de la organización y para los cerca de 300 que les siguen el tren, el vegetarianismo es la forma de ejecutar un gran cambio tomando apenas algunas decisiones cotidianas. Por ejemplo, no utilizar animales para realizar prenda alguna, ni para la experimentación, ni para el entretenimiento, ni para la comida.Promover el vegetarianismo es sólo una parte de su credo. También están en contra de circos y zoológicos. Una frase que atribuyen al ex Beatle Paul McCartney les sirve de muletilla: “si los mataderos tuvieran paredes de cristal todos serían vegetarianos”. “En mi vida diaria jamás pienso que me falta algo. Como rico y sano”, avanza Silvera, que se jacta de consumir un menú cada vez más amplio, que incluye hasta chivitos y chorizos vegetarianos. “Todo puede tener un sustituto ético”, asegura. AnimaNaturalis tiene sede en nueve países de América Latina y en España. A sus militantes uruguayos se los puede ver en ferias barriales, cargados de verduras; en lugares como Bambú (un reducto céntrico donde venden comida oriental vegetariana); o en Sabor Urbano, otro feudo gastronómico con delicias para los amigos de lo verde. Entre sus simpatizantes se encuentran los vegan anarco punks, que unen su filosofía anarquista a los derechos de los animales; y los straight edge, una “tribu” igualmente minoritaria que no consume ni carne, ni alcohol, ni drogas y escucha principalmente hardcore. Por más info: www.animanaturalis.org |
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MARTÍN, BREAKER
Los breakers o bboys (por breakers boys o break dancers boys) son integrantes activos de las tribus hip-hoperas, que se alimentan del rap, el graffiti y el breakdance. Aprenden en la calle, mirando y copiando hasta encontrar un movimiento propio, y enseñan loque saben gratis. No tienen maestros. “Se aprende de lo que se ve en los videos y en los juegos de Play Station. En Corea hay campeonatos mundiales que son tan importantes como los de fútbol, patrocinados por grandes marcas”, cuenta Martín. No tienen un look determinado. Se visten como tienen ganas. En general usan muñequeras, para evitar lastimaduras mientras realizan sus destrezas, y calzan pantalones anchos, de jean o deportivos, lo suficientemente cómodos para permitirles toda clase de movimientos. Además, championes nuevos o rotos, y gorras o gorros de lana que les facilitan bailar en el piso… de cabeza. Infaltable, la mochila y una botella de agua. “Para bailar esto hay que tener personalidad, cierta aptitud física y mucha gracia arriba del escenario. Podés ser todo un gimnasta pero no tener una gota de estilo, que es fundamental. Si sos buen bailarín, buen acróbata y tenés aptitud, ésa es la receta para ser el mejor breaker”. Martín y sus compañeros de Oeste Zone BBoys practican en el ex Hotel Parque Capurro, que hoy funciona como centro juvenil, y les enseñan lo suyo a jóvenes del barrio Las Torres. No comulgan con ninguna ideología en particular, pero sus gurúes son raperosde ley como Eminem, Snoop Dogg, Nas, Chingy, y los integrantes de Fifty Cent. |
Agradecemos a: Limousinas del Uruguay, Felipe Reyes (Otra Ronda), Victoria Rodríguez (Complejo Plaza), Roque
Monzón (Intendencia de Montevideo). Rendher agradece al maquillador Cristián Rivero y al peluquero Marcelo García. |
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