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De tal palo...
Los padres eligieron un camino profesional.
Y sus hijos Los siguieron.
Unos y otros dejan ver en esta nota que compartir una vocación va más allá
de Lo estrictamente laboral.
POR: CARLA RIZZOTTO FOTOGRAFÍAS: JUAN CAPURRO. |
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Los muto
sastres
GabrieL (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando sus hijos le
comunicaron que seguirían su misma
actividad?
–Sentí una enorme alegría porque esta
profesión es muy vocacional.
–¿le hubiera gustado que eligieran
otro camino?
–No, fueron muy bienvenidos porque
de este modo se iba a poder continuar con
la tradición familiar.
–¿Existe competencia con ellos?
–En absoluto, cada uno se ocupa de lo
suyo, ellos con sus clientes y yo con los
míos.
–¿En qué se parecen a usted?
–Todos amamos a la familia y en el trabajo
los tres somos incansables.
–¿En qué no desearía que lo imitaran?
–En la ansiedad y el apresuramiento
para resolver dificultades.
–una virtud y un defecto de sus
hijos.
–No podría hablar de defectos de ellos,
porque antes tendría que empezar por
nombrar los míos.
–algo que siempre quiso decirles y
nunca se animó.
–Siempre les digo lo que pienso y trato
de ser lo más claro posible.
Pablo (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–Para nada. |
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De niño me llamaba la
atención verlo siempre bien vestido, ahí
nació mi curiosidad por esta actividad.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–La ventaja: nutrirme de su experiencia.
Las desventajas no sé, quizás el esfuerzo
y la dedicación tienen que ser mayores por
la responsabilidad de mantener un camino
iniciado y de proyectar los cambios que en
el mundo de la moda son vertiginosos.
–¿Existe competencia con él?
–Sólo en temas deportivos. –¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–Lo normal, cuando a uno lo abruman
las dudas.
Un día, hace ya algunos años,
me dijo que la felicidad no pasa por lo que
uno tiene sino por lo que es como persona.
Creo que no preciso mucho más.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–Nos parecemos en la pasión por la
música.
Pero yo adoro la tranquilidad y él da corriente.
–una virtud y un defecto de su
padre.
–Una virtud: la honestidad.
El defecto, que es hincha de Atenas.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Con sangre italiana en las venas es
difícil guardarse algo; por ahora no encuentro nada pendiente. |
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Luis (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–No, para nada, me fue gustando naturalmente.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–Más bien ventajas: un aprendizaje
directo con muchos secretos de una profesión poco difundida y trabajar en confianza.
Las desventajas: que siempre hay que estar para todo a toda hora, como hijo o
como integrante de una empresa.
–¿Existe competencia con él?
–Competencia no. Cada uno en su
lugar, con un ideal común para mejorar
cada día esta profesión.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–No soy de pedir consejos, pero sí
intercambiamos opiniones sobre muchos
temas.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–En que nos gusta ganar a todo siempre.
El polo opuesto: prefiero pensar más
las cosas y planificarlas.
–una virtud y un defecto de su
padre.
–Virtudes, muchas: valores morales
intachables y un gran ejemplo de trabajo.
Un defecto: a veces habla un poco de
más.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–A esta altura ya le he dicho de todo y
siempre me animé, ya que creo tener un
diálogo muy directo y franco. |
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Los Acuña
Publicistas
ELbio (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hija le comunicó
que seguiría su misma actividad?
–Pensé: ¡qué bueno!
Y luego me dije:
¿será bueno?
Ésta es una profesión apasionante,
siempre diferente y sorprendente.
Pero también es estresante, exigente y
demandante.
Te da muchas satisfacciones
y desilusiones.
Entonces me pregunté si
le gustaría tanto como a mí. Espero que
lo esté disfrutando igual que yo y que lo
sufra menos.
–¿le hubiera gustado que eligiera
otro camino?
–La verdad es que me encanta tenerla
cerca, ayudándome a hacer más grande el
proyecto de Punto. Pero si hubiera elegido
otra cosa estaría feliz igual.
Tengo tres hijas
más y siempre tuve cuidado de no inducirlas
a elegir lo que yo quería, sino lo que a
ellas las hiciera felices, que es lo único que
importa, en el trabajo como en la vida.
–¿Existe competencia con ella?
–Creo que sí, que competimos en
algún nivel. Ella tiene ideas muy firmes
y cuando está convencida de algo no hay
Dios que la resista.
Natalia está dirigiendo
todos los negocios internacionales de
nuestra empresa y lo está haciendo muy
bien.
Competimos sin duda, pero afortunadamente y por como viene creciendo
en su profesión, la que ganará será ella.
¡Yo, feliz!
–¿En qué se parece a usted?
–En la creatividad, el liderazgo, la capacidad
de conquistar a los clientes. |
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También
nos parecemos en la tenacidad para seguir
una idea, un proyecto o un objetivo.
Por
suerte Natalia sacó de mí las pocas cosas
buenas. Lo malo se ve que no lo heredó.
No se parece a mí en la belleza, en la
buena memoria, en el valor de haberse
ido al exterior, en la inteligencia de volver
cuando lo entendió necesario y especialmente
en que es una madraza.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–En el enojo, en las explosiones emocionales,
en no dedicarle más tiempo a la
familia, en no administrar correctamente,
en querer hacer más de lo que puede y
diluirse atendiendo mil cosas a la vez.
No
saber hacer foco, meterse en problemas
por no saber decir que no.
En fin, es una
lista muy larga.
–una virtud y un defecto de su hija.
–Su mayor virtud: la lealtad a toda
prueba. Su defecto: no valorar sus propias
capacidades.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Esta respuesta es para todas mis
hijas.
Hay algo que no les he dicho nunca estoy orgulloso de todas y cada una de
ustedes.
¡Son mucho más de lo que un
padre pudo haber soñado jamás!
Natalia (HIJA)
–¿sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–Nunca sentí presión, me impresionaba
su trabajo. Desde los tres años
guardo imágenes de la agencia, siempre
con mucho movimiento, con ideas, creativos. |
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Me intrigaba mucho ese mundo, me
encandilaba.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–Las ventajas: poder compartir y ver
las cosas desde otro ángulo, mezclando la
experiencia con lo actual. Hay situaciones
que se repiten y poder tener una opinión
de alguien que ya lo vivió me parece muy
valioso. La desventaja: es difícil no mezclar
la diaria y mantener la relación personal
100% desintoxicada. Te da, pero también
te saca momentos importantes de la relación
con esa persona.
–¿Existe competencia con él?
–No, al contrario, para mí él es un
consejero, admiro mucho la pasión que
tiene por este trabajo y me saco el sombrero
con todo lo que consiguió. Disfruto
trabajando un lanzamiento o una campaña
con él, es como hacer un curso intensivo.
A Punto por muchos años le llamaron “la
escuelita”.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–La verdad, bastante seguido.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–Me parezco en lo terca.
Él me quiere
corregir, pero en el fondo es igual. El polo
opuesto se da con el orden, soy medio
desordenada.
–una virtud y un defecto de su
padre.
–La virtud es su fuerza, su empuje
y nunca darse por vencido. También su
contención con todos, siempre está en
el momento que lo necesito, tratando por
sobre todo de hacerme feliz. El defecto:
es hincha de Nacional y encima, les hizo
un himno.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–No me animo. |
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Los Filippini
Tenistas
Ismael César (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hijo le
comunicó que seguiría su misma actividad?
–Por suerte descubrimos su habilidad
y pudimos ayudarlo.
Él comenzó a jugar
tenis desde que empezó a caminar, nació
con una raqueta bajo el brazo.
–¿le hubiera gustado que eligiera
otro camino?
–No, desde que vimos sus habilidad
lo ayudamos para que pudiera hacerse
profesional.
–¿Existe competencia con él?
–No.
–¿En qué se parece a usted?
–Somos algo diferentes pero bastante
testarudos y de buen corazón.
–¿En qué no desearía que lo imitara? |
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–Él debe tratar de mantenerse en familia,
cosa que yo no logré.
–una virtud y un defecto de su hijo.
–Es muy buena persona, muy familiero,
y defectos no tiene.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Siempre tuve la esperanza de que
llegara más arriba en ATP, aunque hizo
mucho por él y por el deporte de nuestro
país.
Marcelo (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–No.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–Me ayudaba mucho. Por conocer el
deporte, mi padre estaba más tranquilo
de afuera.
–¿Existe competencia con él?
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–No. Creo que no existió nunca porque
mi padre era bancario y a los cuarenta años
se dedicó a su pasión que es el tenis.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–Ahora estoy construyendo una casa y
siempre valoro su opinión.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–En lo positivo creo que somos parecidos,
en la organización no.
–una virtud y un defecto de su
padre.
–Es muy trabajador, siempre tiene
inquietudes para hacer cosas y ayudar en
causas perdidas.
Un defecto: no piensa
mucho en el futuro.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Creo que le digo de todo. Pero le
agradezco el esfuerzo que hizo y todo lo
que nos dio a mis hermanos y a mí. |
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Los Catalá
Médicos
Gaspar (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hijo le
comunicó que seguiría su misma actividad?
–El respeto que siempre sentí por lo
que cada uno de mis hijos eligió. Entiendo
que esas son decisiones muy respetables
y merecen apoyo.
–¿le hubiera gustado que eligiera
otro camino?
–No, por lo antes señalado.
–¿Existe competencia con él?
–Nunca la sentí, ni tampoco la percibí
de él.
–¿En qué se parece a usted?
–En la sinceridad, espontaneidad y
humanidad.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–imitar, nada. Tal vez tomar como guía
algo de lo que hice y le parece que es
adecuado.
–una virtud y un defecto de su hijo.
–Como ser humano es inmejorable;
como médico le reconozco una muy saludable
seguridad y un manejo clínico práctico.
No encuentro defectos a criticar, tal
vez en su apuesta |
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de vida las proporciones
de esfuerzos sean diferentes a las mías,
pero sinceramente no se cuál es mejor.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Tal vez me hubiera gustado tener más oportunidades de diálogo, pero en la
lucha de tiempo, éste se nos va sin que
tengamos la capacidad para administrarlo
mejor.
Pablo (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–No, todo lo contrario.
Como ser racional
me marcó todas las desventajas de
esta profesión, principalmente en lo que
refiere al estilo de vida personal y familiar:
sin horarios fijos ni fines de semana
libres.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–Ventajas: en la etapa de estudiante
tuve un conocimiento del medio hospitalario,
y además me sentía querido por
el cariño y el respeto que a él le tienen.
Una desventaja: la comparación, que por
suerte la hace poca gente porque ser hijo
de un profesor y una |
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referencia para los
colegas es muy difícil.
–¿Existe competencia con él?
–No, nunca.
Dentro del ejercicio de la
profesión, es un colega consultante.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–Por el contrario de lo que la mayoría
piensa, no le pido consejos sobre medicina.
Sí le pido sobre la vida cotidiana.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–Me parezco en que me gusta y disfruto
de mi profesión. opuestos no hay,
pero lo cierto es que no tengo la capacidad
de estudio y dedicación a la carrera que
tuvo él.
–una virtud y un defecto de su
padre.
–La capacidad de razonamiento y de
trabajo, además de ser hincha de Peñarol.
Un defecto: priorizar su profesión frente
a todo.
–algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–El orgullo que me genera que sea
admirado dentro del ámbito médico. |
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Los Morales
Periodistas
Víctor Hugo (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hija le
comunicó que seguiría su misma actividad?
–Ya estaba decidido, con lo cual no
tuve ni tiempo de advertirle que era una
profesión peligrosa, en el sentido de tener
muchos vaivenes. Ante el hecho consumado
me alegré porque si yo tuviese
que elegir de nuevo una carrera sería el
periodismo.
–¿Le hubiera gustado que eligiera
otro camino?
–Si Ana Laura me dijese: “voy a ser
actriz de teatro o voy a ser escritora”, son
actividades creativas en las cuales la persona
se cultiva ejerciéndolas.
Así como
una actriz se impregna de la belleza de los
textos, el periodista crece en el ejercicio
cotidiano de su tarea ya que debe estar
lúcido, informado y muy atento. Son carreras
que le aseguran a una persona una
gran alegría al ejecutarlas.
–¿Existe competencia con ella?
–Eso no existe, no entiendo cómo
puede haber tal competencia.
–¿En qué se parece a usted?
–En la transparencia en el proceder.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–Soy un periodista con muchos errores
en mi carrera, con lo cual tendría que
entregar un sinnúmero de sugerencias de lo que no se debe hacer. Pero a grosso
modo pediría un imposible, que es
evitar los pecados de la juventud, como
por ejemplo embalarse con una opinión
creyendo que es un canto a la verdad,
cuando después uno aprende que es un
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componente más de una verdad.
–Una virtud y un defecto de su hija.
–Siempre puede haber un defecto pero
no quisiera ser crítico. Como virtud, Ana
Laura ha tenido una extraordinaria constancia
para mantenerse fiel a su vocación.
Y no hay periodista si no existe una actitud
fanática hacia los bienes culturales.
–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Me ha sido muy difícil dar consejos,
porque lo que es positivo para mí no
siempre puede ser bueno para ella. Sólo
podría afirmarme en la no repetición de lo
negativo, en que lo malo es probadamente
malo. Pero decirle lo bueno me costaría
más porque sería mi propio decálogo.
Ana Laura (HIJA)
–¿Sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–Recuerdo transitar pasillos de radio y
televisión desde chiquita.
Estudié oratoria,
dicción y declamación desde los tres años,
incentivada por mi abuela.
La verdad es
que no recuerdo haberme cuestionado
otra carrera que no estuviera vinculada con
las artes y la comunicación en sí misma.
Increíblemente siempre lo di por sentado.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–Que me oriente, me aconseje y me
dé su opinión conjuga el hecho de recibir
las palabras no sólo de mi padre sino de
uno de los |
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periodistas más respetados, queridos y honestos. Las desventajas: quizás
que algunas personas te vean a primera
vista como “la hija de”.A veces sentí que
debía dar doble examen, que a propósito
siempre pasé con buena nota.
–¿Existe competencia con él?
–Es absolutamente impensado.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–Siempre le pido, a veces profesionales
pero en realidad mis consejos se
acercan más a la vida cotidiana. El último
consejo laboral fue cuando tenía que
tomar la decisión de renunciar a un programa
de televisión en el que trabajé muchos
años. Lo analizamos con papá, me ayudó a
comprender y a tomar la decisión, que por
cierto fue positiva.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–Nos parecemos en la transparencia
y la sensibilidad frente a los temas. Todo
nos importa y nos afecta. En lo profesional
somos muy exigentes.
El polo opuesto: es
muy puntual y yo no.
–Una virtud y un defecto de su
padre.
–Virtudes muchas; es muy generoso
con su gente y su equipo; es paciente,
sabe escuchar y me presta atención cuando
la necesito.
El defecto es que se olvida
de las fechas importantes.
–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Siempre digo lo que siento y lo que
pienso, no podría actuar de otra manera.
No tengo debes.
Si me molesta algo se lo
hago saber y que lo adoro con el alma se
lo digo cada vez que lo veo. |
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Los Gomensoro
Rematadores
Juan Enrique (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hijo le
comunicó que seguiría su misma actividad?
–Me sentí muy emocionado, pues era
la sexta generación desde 1835.
–¿Le hubiera gustado que eligiera
otro camino?
–No, aunque en ningún momento
sugerí que debería entrar al remate,
ya que siempre pensé que cada individuo
debe elegir su futuro y no correr el
riesgo de optar por una profesión que no
le guste y frustrarlo para toda la vida.
–¿Existe competencia con él?
–De ninguna manera, todo lo contrario.
Creo que cada generación debe superar
a la anterior en muchos factores: más
conocimientos específicos de cada rubro
(nosotros sabíamos un poco de todo) y
sobre todo de computación, hoy fundamental
para nuestro trabajo.
–¿En qué se parece a usted?
–En trabajar, crear, tener gusto e imaginación
para presentar las obras en los
salones, y en ser partidarios de Nacional. |
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–¿En qué no desearía que lo imitara?
–No ser tan casero y no hablar tan
poco.
–Una virtud y un defecto de su hijo.
–Tiene cantidad de virtudes y defectos
no le encuentro.
–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–He tenido una comunicación fluida y
amigable, así que le he dicho todo lo que
se me ha ocurrido, y seguimos siendo
muy amigos.
Juan Enrique (HIJO)
–¿Sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–Desde niño me llevaban a los remates.
En la calle Piedras solíamos correr
por los salones y hasta bicicleteábamos
por los corredores con las mercaderías a rematarse. Allí veía las fotos de mis
antepasados y naturalmente la misión de
mi vida se fue impregnando.
Quien me
llevaba era papá, pero nunca me sentí
presionado.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–Son muchas las ventajas ya que
nuestra experiencia de |
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remates viene no
sólo de papá sino de cuatro generaciones
anteriores. Las desventajas se dan
en nuestra relación y son las típicas. Van
cambiando a medida que pasa el tiempo.
En realidad el que más cambió fui yo, que
entré a trabajar jovencito, a los 17 años, y
hoy ya piso los 47.
–¿Existe competencia con él?
–Existe un periodo que sí y es natural:
el cambio generacional es de cuidar. El
respeto y el amor no deben faltarymenos
en este momento.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
−Todo el tiempo. Hace un rato fue el
último.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–Somos futboleros (jugué con él),
caminamos igual, somos de buen corazón;
pero él no es creyente y yo sí. Mamá
nos metió a Cristo bien adentro.
–Una virtud y un defecto de su
padre.
–Nos dio todo lo más importante.
Un
defecto: es muy impaciente.
–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Me animé a decirle todo y siempre
me ayudó.
Somos muy amigos. |
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Los Forlán
Futbolistas
Pablo (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hijo le
comunicó que seguiría su misma actividad?
–Fue una alegría. Nos sentamos a conversar
y le expliqué todas las responsabilidades
que tendría que enfrentar.
–¿Le hubiera gustado que eligiera
otro camino?
–Para mí lo importante era que eligiera
lo que lo hiciera feliz.
–¿Existe competencia con él?
–Para nada.
–¿En qué se parece a usted?
–En lo futbolístico, en la pegada a la
pelota. En lo personal, nos gusta disfrutar
los buenos momentos junto a la familia y
los amigos.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–Jugando 20 años nunca entrené tanto
como lo hace Diego hasta el día de hoy.
–Una virtud y un defecto de su hijo.
–Tener el don de hacer goles indistintamente
de zurda y derecha. Creo que pocos
jugadores en el mundo han hecho goles
de larga distancia. |
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El defecto que tiene
es que midiendo 1,80 metro y teniendo
buena impulsión haya hecho pocos goles
de cabeza.
–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Siempre le digo todo, primero los
defectos y después las virtudes.
Diego (HIJO)
–¿Sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–No. Estaba claro que mi padre quería
que fuera jugador, pero en ningún momento
sentí esa presión.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–La desventaja es que te quier
an comparar,
pero a mí no me pasó eso ya que
jugamos en distintas posiciones. Una ventaja:
que me haya podido transmitir su
experiencia por haber jugado al fútbol.
–¿Existe competencia con él?
–No existe nada de eso. Sí hay discusiones,
pero son divertidas ya que cada
uno habla desde su experiencia. |
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La diferencia
es que somos de distintas épocas
y ahí vienen los problemas.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–No es que le pida consejos, sino que
es normal hablar de fútbol en casa, y siempre
intercambiamos opiniones.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–En muchas cosas me parezco, somos
muy familieros, disfrutamos de los amigos
y nos gusta mucho hacer deporte (que no
sea fútbol).
–Una virtud y un defecto de su
padre.
–Una virtud... ser un gran padre. Un
defecto...
no sé, la verdad que es mi padre
y lo quiero tal cual es.
–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Todos somos de hablar las cosas.
No
sólo lo hago con él sino con toda la familia,
¡porque los quiero mucho! |
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Los Sánchez Padilla
Empresarios
Julio (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hija le comunicó
que seguiría su misma actividad?
–Nunca me lo comunicó, ¡yo se lo
exigí!
–¿Le hubiera gustado que eligiera
otra camino?
–La actividad en la compañía siempre
fue muy demandante. Ella al principio
pensaba seguir estudiando para ser contadora.
–¿Existe competencia con
ella?
–En absoluto.
–¿En qué se parece a usted?
–En que es muy trabajadora, pone
mucho esfuerzo en todo lo que hace y es
activa, entre otras cosas.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–En que a veces grita igual que yo.
–Una virtud y un defecto de su hija.
–Un defecto, no sabría decirlo. Es una
persona exitosa, exigente, capaz y comprometida
con todo lo que hace. Además,
es una excelente cocinera.
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–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Siempre le he dicho todo. Pero aprovecho
para recordarle que estoy muy orgulloso
de ella y que la quiero mucho.
Claudia (HIJA)
–¿Sintió la presión de su padre en la
elección de la carrera?
–Sí, porque la responsabilidad que
debía asumir me insumía mucho tiempo
y no me permitía dedicarme a estudiar
la carrera que había elegido.
El tiempo
me demostró que fue muy sabio, pues
la actividad me permitió desarrollarme
en muchas áreas.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas
de dedicarse a lo mismo que su
padre?
–Me dedico a lo mismo que mi padre
sólo en el transporte. La ventaja es tener
un sello de profesionalidad y seriedad, y
la desventaja fue que pensaran que yo
era igual a mi papá.
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–¿Existe competencia con él?
–No. Ganamos juntos.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?
–No registro la frecuencia porque sé
que si los necesito él está para brindármelos.
Hace unos días le consulté acerca del
ingreso de un joven para trabajar en CITA.
–¿En qué se parecen y en qué son
polos opuestos?
–Somos ejecutivos, prácticos, detallistas
y gritones.
Soy mujer.
–Una virtud y un defecto de su
padre.
–No tiene precio. Un defecto: ha sido
demasiado generoso.
–Algo que siempre quiso decirle y
nunca se animó.
–Somos frontales y felizmente vivo
tranquila de decirle siempre lo que pienso
y que él me escuche.
Pero ésta es una
buena oportunidad para reiterarle lo feliz
que me siento de tenerlo a mi lado. |
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