Lo importante, en este caso, es que haga participar al ser humano de una realidad diferente a la profana. Dada la geología del territorio nacional, Uruguay tiene un perfil energético muy marcado, y en ciertos entornos, amén de los indicados por las religiones organizadas, convergen diferentes intenciones, búsquedas y credos, dando lugar a un sincretismo rico en espiritualidad y compensaciones. En Salto, por ejemplo, la mística generada alrededor de la estancia La Aurora habilita no sólo la devoción al Padre Pío, institucionalizada en la forma de una gruta erigida en un campo de la propiedad. Hasta allí se acercan aquellos que
procuran o agradecen el socorro milagroso de este hombre de Dios, pero también quienes persiguen la ilusión de experiencias místicas de otro tenor o, incluso, el contacto con extraterrestres.
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Escondida en la
bucólida nueva Helvecia,
Schoenstatt espera. |
Fervor patrio
Con la consigna de combinar espiritualidad y realidad terrena, un examen al mapa nacional revela variadas posibilidades.
Puestos a hacer carretera, el tibio paisaje de la ruta 5 lleva hasta Florida, en el centro del país.
En la capital del departamento es motivo de orgullo la Virgen de los Treinta y Tres, y por si no fuera indicación suficiente la señalización alusiva, cualquier lugareño presta su ayuda más que gustoso.
La imagen se encuentra ubicada en la Basílica frente a la Plaza de la Asamblea, y el Santuario, obra del ingeniero Luis Andreoni, forma parte del Patrimonio Histórico Nacional.
Para los interesados en la arquitectura, su interior deslumbra por las delicadas pinturas con que está enriquecida la nave central, así como por las puertas de bronce, obra del escultor José Belloni.
Pero la atracción principal es, por supuesto, la figura de la Virgen. Curiosamente, su devoción no tuvo origen en ningún acontecimiento extraordinario, pero sí en el consenso popular.
De hecho, su nombre e historia forman parte de la memoria colectiva uruguaya, puesto que es un símbolo que cimienta los orígenes culturales e históricos de la nación.
Detrás del altar, el ícono que tanto conmueve sorprende al visitante desprevenido por su pequeño tamaño.
La talla fue realizada en cedro paraguayo en el siglo XVIII, al parecer por las habilidosas manos de indios guaraníes de las Misiones Jesuíticas.
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A los pies de San Antonio, una simpática ofrenda. |
Entregada a la capilla del pueblo del Pintado, ante su imagen presentaron la bandera tricolor los Treinta y Tres Orientales y le encomendaron su empresa libertadora. Luego, redactada el acta de la Declaratoria de la Independencia Nacional por la Asamblea de la Florida, resultó espontánea la visita de los asambleístas a la Virgen María, que era venerada en un rancho contiguo. A partir de entonces esa imagen comenzó a llamarse popularmente Virgen de los Treinta y Tres.
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En el corazón de Florida, una virgen con alma patriota. |
Declarada Patrona de la República Oriental del Uruguay por el Papa Juan XXIII, el Papa Juan Pablo II peregrinó hasta ella durante su visita al país en mayo de 1988.
La fecha de adoración principal es el 8 de noviembre, pero el santuario tiene sus puertas abiertas todos los días del año. |
Suerte y verdad
En la misma ciudad, otro santuario moviliza demostraciones de fe, pedidos e innúmeros despliegues de gratitud. Los fieles devotos de San Cono se cuentan por miles y a lo largo de las cuatro estaciones. Pero cada 3 de junio, el templo y sus alrededores se convierten en una verdadera romería que brinda un marco religioso muy popular para su adoración.
San Cono es patrono de la juventud, pero es invariablemente invocado por quinieleros y otros cazadores de la suerte en los juegos de azar. De todas maneras, los ruegos abarcan rubros variados, como bien lo testimonian las muestras de gratitud con que la gente le retribuye: grandes vitrinas en el templo exhiben desde cuadros y guitarras hasta trajes de novia y motocicletas, todo ofrendado por los agradecidos fieles.
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Frente a San Cono, merchandising para todos los bolsillos. |
La historia de San Cono se remonta al siglo XII, en Teggiano, un pequeño pueblo de Salerno. La vida piadosa y humilde del monje benedictino terminó a muy temprana edad, y a partir de entonces, su culto prosperó y trascendió fronteras. Los inmigrantes italianos trajeron consigo su adoración a este protector contra pestes, guerras y terremotos. En 1882 encomendaron que una reproducción de la imagen fuera traída desde Teggiano y así una escultura tallada en madera fue colocada en la capilla.
La historia cuenta que a excepción de la colonia italiana, el pueblo de Florida se mostró relativamente indiferente hacia el acontecimiento, pero su llegada coincidió con un movimiento sísmico en la localidad. El hecho se atribuyó a un enojo del Santo y, desde entonces, San Cono recibió plena ciudadanía en Florida. La afluencia de público es tal, que el merchandising sagrado se ha convertido en una industria prolífica.
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En Rosario, juran que
la han visto llorar. |
A las puertas del santuario, una enorme gama de rosarios, estampitas, imágenes y demás alusiones al santo congregan y maravillan a los devotos mientras esperan que abra la capilla. Estos puestos, además, levantan quiniela y afines, pero fundamentalmente constituyen un verdadero centro de informes con respecto a la dinámica del culto y sus horarios algo esquivos.
Alturas divinas
Si la apuesta es más cercana, el departamento de Lavalleja tiene mucho más para ofrecer que serranitos y alfajores. Desde la cima del Cerro del Verdún, la vista de la ciudad de Minas y las sierras circundantes es sobrecogedora. El silencio sólo es interrumpido por el murmullo del viento. Ningún lugar más apropiado, entonces, para erigirle un santuario a la Virgen. La crónica local cuenta que el primer poblador del paraje fue un vasco francés de nombre Juan Bautista Berdum, de quien el cerro tomó prestado el nombre. La presencia de una Virgen en el lugar se debió a la iniciativa del párroco de la zona, que con la intención de influir favorablemente en el progreso moral y material de los locales, propuso colocar una estatua con su imagen, sobre un pedestal y en la cima del cerro. Debido a las inclemencias del tiempo, la inauguración se celebró el 21 de abril de 1901, aunque la fecha programada coincidía con el aniversario del desembarco de los Treinta y Tres Orientales. La intención era vincular la gesta patria de la independencia con el patrocinio de la Virgen María.
Para la ocasión asistieron más de tres mil devotos y a los peregrinos del Verdún les fue concedida la indulgencia plenaria. En otras palabras, se remitía de todos sus pecados a aquellos fieles que visitaran la imagen. La celebración anual de la fiesta reúne más de 80 mil almas, pero a lo largo del año, cualquier día y sin fecha oficial de por medio, uno puede cruzarse con caminantes que suben a la cumbre del Verdún para venerar a la Virgen. La ascensión sólo puede ser realizada a pie y la marcha está marcada por las estaciones del Vía Crucis. La subida lleva un promedio de treinta minutos, pero el esfuerzo bien vale la pena.
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A toda costa
Si el camino se traza hacia el Este, en Piriápolis se ubica uno de los enclaves turístico-espirituales más populares y visitados del país. Dado su fácil acceso y la proximidad de la playa (amén de un parador que aprovecha al máximo las bondades de la geografía, sobre todo durante el verano), el Cerro del Inglés o Cerro San Antonio es un paseo recurrente y muy querido para los uruguayos.
Con una altura de 130 metros, la subida en auto o aerosilla asegura una panorámica inigualable de la costa, la bahía del puerto, los cerros próximos y la ciudad a sus pies. No importa la hora del día o el estado del tiempo: la postal siempre impacta.
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Devoción popular y multicolor en el Cerro del Verdún. |
Camino a la cumbre, a unos 70 metros de altura se encuentra la Virgen de los Pescadores, debajo de cuya imagen se encuentra la piedra fundamental del balneario. Ya en lo más alto del cerro, un templete domina la escena y, en su interior, la imagen de San Antonio recibe al visitante. Dada su efectiva intercesión, es uno de los íconos que cuenta con más adeptos en todo el mundo y huelga aclarar que es el invocado para conseguir, entre otras cosas, un buen marido.
Realizada en terracota, la estatua fue traída de Milán. Adheridas a las paredes que la rodean, se cuentan decenas de plaquetas con inscripciones que, en su mayoría, expresan gratitud por las bendiciones recibidas.
Arroyo milagroso
Despejado el ánimo de los parajes oceánicos o mediterráneos, a 50 kilómetros de Colonia, situada cerca de la intersección de las rutas 1 y 2, se ubica la ciudad de Rosario del Colla.
Se trata de una de las localidades más antiguas del Uruguay, y es la única de origen español en Colonia del Sacramento. Uno de sus primeros habitantes fue un indio Colla llamado Pascual de Chena, que venido desde Perú, tuvo destacada acción en la historia local. Es a éste ilustre personaje que el arroyo que baña la localidad debe su nombre. Años atrás, la comunidad rosarina se vio conmovida por la aparición de una lágrima en el rostro de una virgencita ubicada a sus orillas. Los estudios realizados establecieron la posibilidad de que se tratara de un desprendimiento de resina de la estatua, dado que el fenómeno había ocurrido en un momento de muy intenso calor. No obstante, el hecho provocó la visita de un alud de creyentes y curiosos, entre los cuales la diva argentina Susana Giménez (aseguran los lugareños), destacó como una de las más entusiastas.
A comienzos de 2002, una creciente del arroyo Colla derribó la ermita y la imagen fue arrastrada varios kilómetros aguas abajo. Luego de varios días de búsqueda, felizmente se logró rescatarla del barro y fue enviada a restaurar. Al día de hoy, la Virgen continúa recibiendo a sus fieles en una nueva ermita cercana al arroyo, rodeada de la naturaleza, pero ahora protegida por un cristal.
Altares suizos
A muy pocos kilómetros de la Virgen que llora, entre las callecitas prolijas y pacíficas de Nueva Helvecia, se alza la primera filial mundial del Movimiento Schoenstatt. Hasta allí concurren sus fieles cada 18 de mes. El santuario fue proyectado y construido a imagen y semejanza del original, emplazado en Alemania. Hoy, el movimiento que fuera iniciado en una pequeña capilla dedicada a San Miguel Arcángel en una localidad cercana a Koblenz, observa cómo se ha multiplicado en todo el mundo a través de una red de más de 90 filiales.
La rama local fue inaugurada en 1943, y alberga en el predio al Colegio Mater Ter Admirabilis y un parque boscoso que invita a la reflexión. Schoenstatt es definitivamente un lugar de peregrinación y de dar gracias. Y no es que se trate de un sitio santo por que la Virgen se haya aparecido de manera tangible. Por el contrario se ha manifestado desde un pequeño lugar, con una iniciativa propulsada por el padre Joseph Kentenich, que en 1914 invitaba a encontrar la paz y la vida donde quiera que María se hiciera presente. Luego de visitados varios lugares santos, la tesis del francés Huyghe parece muy plausible. Estos surgen de la manera más variada y en los lugares más inesperados. En todos los casos, el elemento de fe es el que obra realmente los milagros, y es imposible no conmoverse ante quien con tanta inocencia y fervor se interna por un camino determinado para procurar, dentro de sí mismo, el apoyo de una fuerza mayor.
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