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UN MILLON DE AMIGOS
Las redes sociales como facebook reproducen en internet los vínculos que se dan en otros ámbitos. Un gran club, una reunión de negocios, una comunidad académica, un espacio propio con invitados donde cada cual atiende su juego. ¿Así quién no tiene contactos?

POR MACARENA LANGLEIB ILUSTRACIÓN DE APERTURA: LATINSTOCK

Al que no le hicieron superpoke en Facebook, le enviaron gigs en MySpace, le propusieron unirse a Sónico, lo integraron a la órbita de Hi5 o le mandaron una invitación de Linkedin. Si nada de eso le sucedió hasta ahora, seguramente usted tenga pocos amigos virtuales. El problema es leve. La soledad, momentánea. No pasará mucho tiempo para que amplíe su círculo y se familiarice con la jerga de las redes sociales. A menos, claro, que se mantenga al margen de este fenómeno creciente. Un indicio: solamente en Facebook, cada día se registran 250 mil nuevos usuarios, la mitad de los cuales regresa diariamente. Internet es una gran comunidad global. Y como en toda comunidad, cada uno intenta elegir en qué barrio vivir, a qué vecinos tratar y cómo presentarse. El periódico británico The Guardian llegó a publicar artículos sobre cómo conviene lucir en Facebook, esto es, cómo seleccionar cuidadosamente la foto del perfil personal que allí se colgará.
Pero antes de adentrarse en cuestiones de protocolo cibernético, o netiquette, es de rigor una definición preliminar. Una red social es una aplicación de búsqueda de personas. Dicho de otro modo, un sitio donde hay gente que busca gente.
Cuidado: no es solamente un motor de búsqueda. Las redes sociales –y esto es fundamental– no se restringen a un objetivo. Si bien el propósito básico para el usuario es conocer o reencontrar a otros usuarios, de paso puede entretenerse de mil y una formas. Como en la canción del Cuarteto de Nos, Yendo a la casa de Damián, en las redes sociales sobran las distracciones y las ofertas. Optimizar el currículum, colgar fotos, realizar un test de inteligencia. Anunciar una fiesta, crear una estación de radio personalizada, desafiar a un conocido con una trivia sobre capitales del mundo. Jugar al póker, leer el horóscopo, poner un apartamento a la venta. Enviar un huevo que crece hasta alumbrar una mascota virtual. Pero a diferencia de la canción, uno no se pregunta por qué le cuesta tanto llegar: más bien a dónde estaba yendo.

Universo en expansión
“Internet favorece el desarrollo de nuevas agrupaciones humanas. Rompe los límites impuestos por la Al que no le hicieron superpoke en Facebook, le enviaron gigs en MySpace, le propusieron unirse a Sónico, lo integraron a la órbita de Hi5 o le mandaron una invitación de Linkedin. Si nada de eso le sucedió

hasta ahora, seguramente usted tenga pocos amigos virtuales. El problema es leve. La soledad, momentánea. No pasará mucho tiempo para que amplíe su círculo y se familiarice con la jerga de las redes sociales. A menos, claro, que se mantenga al margen de este fenómeno creciente. Un indicio: solamente en Facebook, cada día se registran 250 mil nuevos usuarios, la mitad de los cuales regresa diariamente. Internet es una gran comunidad global. Y como en toda comunidad, cada uno intenta elegir en qué barrio vivir, a qué vecinos tratar y cómo presentarse. El periódico británico The Guardian llegó a publicar artículos sobre cómo conviene lucir en Facebook, esto es, cómo seleccionar cuidadosamente la foto del perfil personal que allí se colgará.
Pero antes de adentrarse en cuestiones de protocolo cibernético, o netiquette, es de rigor una definición preliminar. Una red social es una aplicación de búsqueda de personas. Dicho de otro modo, un sitio donde hay gente que busca gente.
Cuidado: no es solamente un motor de búsqueda. Las redes sociales –y esto es fundamental– no se restringen a un objetivo. Si bien el propósito básico para el usuario es conocer o reencontrar a otros usuarios, de paso puede entretenerse de mil y una formas. Como en la canción del Cuarteto de Nos, Yendo a la casa de Damián, en las redes sociales sobran las distracciones y las ofertas. Optimizar el currículum, colgar fotos, realizar un test de inteligencia. Anunciar una fiesta, crear una estación de radio personalizada, desafiar a un conocido con una trivia sobre capitales del mundo. Jugar al póker, leer el horóscopo, poner un apartamento a la venta. Enviar un huevo que crece hasta alumbrar una mascota virtual. Pero a diferencia de la canción, uno no se pregunta por qué le cuesta tanto llegar: más bien a dónde estaba yendo.

Universo en expansión
“Internet favorece el desarrollo de nuevas agrupaciones humanas. Rompe los límites impuestos por la pensamiento. Eso quisieran sus mentores, Sergey Brin y Larry Page, o sin ir más lejos, cada internauta que introduce una palabra en la caja del buscador esperando dar con la respuesta. Pues en las redes sociales es más factible tener suerte. Una vez que se llenaron los formularios de registro, un directorio en expansión se abre mágicamente para el usuario. Millones de nombres y rostros, millones de gustos y actividades. Cada vez más.

FERNANDO SANTULLO
Uruguayo. Vive en España.
Es sociólogo y tiene un master en
Periodismo.También es músico.

¿Cantidad de contactos?
Varios cientos en MySpace y un par de decenas en Facebook.
¿A qué redes sociales pertenece?
MySpace y Facebook.
¿Qué busca exactamente en cada una de ellas?
Uso MySpace para mostrar mi música y entré en Facebook porque me mandaron una invitación hace algún tiempo, por lo que aún no la uso para nada.
¿Qué cantidad de horas al día le dedica a este asunto?
Unos 15 minutos diarios, aunque actualizar los contenidos en MySpace a veces me toma un poco más.
¿Cuál es su aplicación favorita?
De Facebook no uso nada. Me embolan todas esas cositas seudocomunitarias. De MySpace uso la aplicación de subir canciones, la de subir videos y en algún momento subí fotos de la grabación de mi disco. Nada más.

THOMAS LYFORD-PIKE
Uruguayo. Periodista

¿A qué redes sociales pertenece?
Sólo a Facebook.
¿Qué busca exactamente en ella?
Estuve seis años en el exterior, así que básicamente la uso para colocar fotos familiares, para que las vean amigos y parientes que no viven en Uruguay.
¿Qué cantidad de horas al día le dedica a este asunto?
No muchas. Depende si me engancho con alguna aplicación. Ahora lo reviso con la asiduidad del correo electrónico.
¿Cuál es su aplicación favorita?
Tuve épocas, pero la que más me entretuvo fue el IQ Traveler Challenge.

OTRAS REDES, OTROS MUNDOS

• Bebo
Se presenta como una red social mediática, en la cual compartir la vida y divertirse. Concita alrededor de 40 millones de usuarios, en especial europeos. En su página de inicio ofrece videos originales y animaciones 3D. Se jacta de tener la primera serie interactiva en una red social. Sencilla de usar, permite generar álbumes de fotos, un blog básico, enviar mensajes de texto o de audio, crear concursos, encuestas, gráficos, etcétera.

• Opensocial
Es la apuesta de Google para competir contra Facebook-Microsoft. Sin embargo, no es exactamente una red sino una plataforma para desarrolladores cuyos widgets quedarán disponibles para las redes asociadas (Orkut, MySpace, Hi5, LinkedIn, Viadeo, entre otras). Podrán desarrollarse información de perfil (datos de usuarios), Información de amigos (gráfico social) y actividades. La participación de LinkedIn, Salesforce y Oracle sugiere que los frutos de Opensocial también sean funcionales a las redes de trabajo

• Sónico
Es una iniciativa del argentino Rodrigo Tejeiro, licenciado en Administración de Empresas de la Universidad de Southern California, adicto a los juegos de estrategia y los deportes extremos. Ya cuenta con seis millones de usuarios activos. Entre las originalidades de Sónico figuran la seguridad, la privacidad y el orden. “No se puede colgar cualquier cosa”, advirtió el CEO en una entrevista con el diario La Nación.

• Neurona
Esta red social española promueve el dinamismo laboral. "Neurona te proporciona una url pública gratuita y posiciona tu perfil en los buscadores”, promete en su página. Unida a la red Xing el mes pasado, tiene unos cinco millones de usuarios registrados y es accesible desde cualquier dispositivo.

• Orkut
Es la red más popular en Brasil. Aspira a transformar la vida social de sus integrantes en algo “más activo y estimulante”. Está abierta a cualquier persona, pero se requiere una cuenta en algún servicio de Google. La mitad de sus usuarios es menor de 25 años y cerca del 40 por ciento no está casado. Fue diseñado por el turco Orkut Büyükkökten.

Lo usual es partir de una base de datos propia: la libreta de direcciones que figura en la cuenta de correo, exportada a la cuenta de red social. La red se va generando al ver qué conocidos hay en común con nuestros contactos, con los contactos de nuestros contactos y así sucesivamente.
El lema que sobrevuela todo este asunto sería “los amigos de mis amigos son mis amigos”. Todo esto se inscribe en la llamada web 2.0, término acuñado por Dale Dougherty en una conferencia sobre la revolución que está sufriendo internet. Obedece a las nuevas formas de utilización de la Redmás que a nuevas tecnologías.
La web 2.0 es una nueva etapa: representa la evolución de las aplicaciones tradicionales, enfocadas ahora hacia el usuario final. El que empuña el mouse decide. La palabra clave es interacción.
Segmentación en alza Con el comienzo de siglo surgen los primeros sitios que fomentan redes de amigos. Hacia 2003 se difunden
rápidamente con la aparición de Friendster, Tribe y MySpace. Una de las variables para medir el éxito en la web son las page views, lo cual contabiliza el tráfico de un sitio. Tal como una persona que recibe visitas con frecuencia y de la que se comenta lo buena anfitriona que es, en 2006 MySpace llegó a ser el sitio web más popular en el planeta en términos de páginas vistas, con más de 100 millones de usuarios declarados en ese momento y más de 39 mil millones de páginas visitadas según comscore.com.
La posibilidad de dar a conocer la música propia y la ajena es la herramienta irresistible de MySpace. Existen redes sociales para encontrar compinches, compradores, pareja o trabajo, o para compartir intereses sin fines de lucro.
De acuerdo a la revista BusinessWeek, aunque las redes sociales en las que convergen intereses diversos, como MySpace y Facebook, crecen intensamente pero de manera amorfa, las comunidades que explotan un interés específico,
como las dedicadas a los deportes de nieve, por ejemplo, están ganando adeptos entre los cibernautas y los avisadores. La segmentación suele ser un tentador nicho de mercado. Según la misma publicación, de 2006 a 2007 el tráfico de MySpace creció un 9 por ciento, mientras que en sitios como Flixster, una red social para cinéfilos, se triplicó. Marcas como Motorola, Sanyo y Sony se apuraron a comprar espacios en SkiSpace.com, cuando se percataron del exacerbado crecimiento del sitio. Si a la tendencia de las redes sociales se le suma el fervor por un equipo deportivo, sólo resta contar los billetes, estiman los empresarios.
Si bien algunas son de acceso restringido –como la exclusiva Asmallworld.net, reducto de influyentes de bolsillo abultado-, mantener un perfil en una red es generalmente sencillo y gratis. Sin llegar al fanatismo de iXerpa, una red social “para residentes en mundos virtuales” como Second Life (donde cada usuario crea un avatar o doble virtual de sí mismo), para

muchos consiste en una vida paralela.
De hecho, las acciones que el usuario y sus contactos realizan van quedando registradas. Desde comentar el álbum de fotos de un casamiento en el Funwall hasta agruparse en contra de las FARC, como sucedió en la interfaz colombiana de Facebook. “En cierto sentido, una comunidad virtual es simplemente una comunidad que existe en línea, en lugar de suceder en el mundo físico. Pero estar en línea ofrece oportunidades especiales y desafíos que otorgan a las comunidades web un sabor único. La Red borra las fronteras creadas por la distancia o el tiempo, y facilita radicalmente el mantenimiento de conexiones, profundizar relaciones y dar con almas gemelas que de otra forma nunca se hubieran encontrado. A la vez ofrece una extraña y forzosa combinación de anonimato e intimidad que saca a relucir lo mejor y lo peor del comportamiento de la gente”, advierte Amy Jo Kim, desarrolladora de comunidades virtuales para AOL durante una década, en su libro Community Building On TheWeb.

Un clic tras otro
La interacción tiene su riesgos, y el tema de la seguridad es prioritario. Metafóricamente, es como si un montón de extraños golpeara a la puerta.
¿Y la privacidad? Una materia pendiente. Recientemente, Facebook agregó controles varios, como las opciones de quiénes tienen acceso al perfil y en qué medida, pero en febrero pasado debió corregir algo más profundo en su sistema. Miles de usuarios se quejaron porque no lograban hacer desaparecer sus cuentas y veían que sus datos personales seguían siendo accesibles a pesar de haberse dado de baja del servicio. La compañía declaró al diario The New York Times que se trató de un fallo residual que afectaba a un porcentaje ínfimo de usuarios. “Ninguna información ha estado expuesta, pero las cuentas vacías siguen existiendo incluso cuando todos sus datos han sido eliminados”, explicó la directora de diseño Katie Geminder. Detrás de estos supuestos errores hay razones de orden económico, por supuesto. Battelle, el experto en Google, lo expone así: “antes de la aparición de la Red, podíamos pensar con total seguridad que nuestros hábitos meditados digitalmente –rebuscar en el disco duro, comprobar nuestro correo electrónico o buscar un contacto– eran efímeros: sólo los

conocíamos nosotros (y además los olvidábamos pronto). Pero ahora, todos los detalles relacionados con nuestra vida son registrados y guardados por cientos de entidades cuya naturaleza es a menudo comercial. La razón de este cambio es sencilla: las compañías más innovadoras han descubierto cómo ofrecer una serie de extraordinarios servicios basados en la Red (unos servicios que resulta que también producen dinero), sumergiéndose en nuestros rastros de clics. Tal y como sucede en la cultura material, el rastro de clics se está convirtiendo, sin lugar a dudas, en un activo para el individuo, pero especialmente para la industria de internet”.
Gracias a los 65 millones de usuarios de Facebook (y debido al crecimiento exponencial, la cifra será obsoleta cuando este artículo esté en sus manos), Mark Zuckerberg integra la lista Forbes de las personas más ricas del mundo. Se calcula que la red social valdría más de mil millones de dólares. Suficiente para que Zuckerberg, de 23 años, haya sido llevado a juicio el año pasado por otros tres graduados de Harvard que arguyen ser las verdaderas mentes detrás del servicio.
Los estudiantes universitarios fundaron ConnectU e insisten en que Zuckerberg les robó la idea. Lo demandaron ante el juzgado federal de Boston. La defensa del nuevo enfant terrible de la web se basó en una serie de e-mails.
Actualmente existen más de 7 mil widgets para Facebook y crecen a un ritmo de 100 por día. Widget es el término informático para las aplicaciones específicas, juegos o servicios de diversa utilidad que ofrece una red social. De acuerdo al sitio centernetworks.com, estas son las más usadas y cotizadas:
FunWall (28.337.900 dólares), SuperWall (25.884.200 dólares),
Top Friends (22.771.000 dólares), SuperPoke (11.516.800 dólares), Movies (10.700.800 dólares),
X Me (9.418.060 dólares),
Likeness (9.320.420 dólares),
iLike (7.990.690 dólares), ComparePeople (6.658.060 dólares), Causes (5.519.010dólares).
Algunos encuentran estas widgets bastante tontas, pero otros entienden que es una productiva fuente de ingresos. Más que una red social, Facebook es una plataforma de negocios. Ha recibido el mote de “nuevo Google”, ya que parte de la juventud estadounidense navega más en el sitio que en el resto de la web. Los últimos desarrollos están enfocados en el envío de notificaciones a los usuarios mediante mensajes de texto a sus

KWAGALA DERRRICK.
Ugandés. Vive en Kampala. Es desarrollador de soluciones informáticas.

¿A qué redes sociales pertenece?
A Facebook y Multiply for blogging.
¿Qué busca exactamente en cada una de ellas?
Gente con la cual pueda hacer amistad, compartir ideas e historias de vida, que persiga sus sueños y metas, sea contenedora y entusiasta. Además de eso, es genial conocer gente de otras culturas. En realidad, es muy interesante compartir las vivencias de los distintos mundos de los que venimos cada uno.
¿Cuál es su aplicación favorita?
Me encantan The Wall, Poke y Daily Bible verses.

IVÁN ELN
Húngaro. Vive en Budapest.Trabaja como diseñador gráfico.

¿A qué redes sociales pertenece?
A tres: MySpace, Facebook y a una húngara, IWIW (International Who-Is-Who).
¿Qué busca exactamente en cada una de ellas?
Mantenerme en contacto con amigos que están fuera de Hungría.
¿Qué cantidad de horas al día le dedica a este asunto?
Lo menos posible. No podría decir un número de horas. En un día aburrido, digamos que dedico un total de una hora (un poco en la mañana, un poco en la tarde).
¿Cuál es su aplicación favorita?
No me interesan: de hecho, me están volviendo loco.


BILLY WOO
Canadiense.Vive enToronto. Es ejecutivo del departamento contable de una empresa.

¿A qué redes sociales pertenece?
A tres.
¿Qué busca exactamente en cada una de ellas?
Amistad y relaciones laborales.
¿Qué cantidad de horas al día le dedica a este asunto?
Una hora y media.
¿Cuál es su aplicación favorita?
Texas Poker.

MATÍAS FERRANDO.
NICKNAME: ANDREAS BARBIE
Uruguayo. Estudia Comunicación y es director de la Productora M0N73CR1570

¿A qué redes sociales pertenece?
Windows Live, YouTube (http://www.youtube.com/
user/M0N73CR1570)
¿Qué busca exactamente en cada una de ellas?
Potenciar la eficiencia en la comunicación interpersonal.
¿Qué cantidad de horas al día le dedica a este asunto?
Es difícil de decir. Estoy cerca de diez a doce horas frente a la computadora y regularmente chequeo todo, pero jamás me pongo a chatear demasiado, ni me quedo más de unos minutos por vez en cada cosa.
¿Cuál es su aplicación favorita?
¡El search!

teléfonos celulares.
En España los desarrolladores han creado con éxito, entre otros, La Porra, una widget para apostar sobre resultados de fútbol, y eDreams, una aplicación que le informa al usuario dónde, en qué fecha y por qué motivo viajan sus amigos. El mes pasado, la ONG neoyorquina Take all Types dio a conocer una aplicación con fines solidarios. En tres meses, y a un costo de 500 dólares, logró lanzar una iniciativa que echa por tierra el costado “demasiado académico o frívolo” de Facebook, según palabras del propio Ben Bergman, especialista en recursos humanos de Takes all Types, cuyo programa permitirá reclutar donantes de sangre a través de la difundida red social. Desde que a mediados de 2007 Facebook habilitó a los programadores ajenos al portal a diseñar aplicaciones (quedándose el sitio con los ingresos en concepto de publicidad), más de 18 mil creaciones circulan entre los usuarios.

Fanáticos locales
“Si tenés una idea para una aplicación para Facebook y no sabés cómo implementarla no dudes en contactarme”, dice el aviso del programador uruguayo Alejandro Narancio, quien ofrece sus servicios desde y para Facebook. Este Licenciado en Informática trabaja en desarrollo de software desde 2003, aquí y en el exterior. Una aplicación le insume, en promedio, entre 40 y 70 horas de trabajo.
Ha hecho juegos, mascotas virtuales, una aplicación para rankear rumores con la lista de contactos, un directorio de negocios en el cual las empresas pueden poner su portfolio y en los ratos libres crea algunas widgets por placer personal. Actualmente, como buen fanático, está desarrollando una con los videos y la discografía de los Rolling Stones. Ha tenido clientes de Estados Unidos y Europa, y asegura que aquí el negocio no está explotado. Los costos finales dependen también de la calidad del código. Los desarrolladores del primer mundo cobran 50 dólares la hora, pero Narancio ofrece precios módicos.
Una vez un cliente solicitó sus servicios porque tenía claro que había que tener presencia en la red, pero antes de presupuestar quería sacarse una pequeña duda: “¿Qué es Facebook?”. Si se le repite la

pregunta, Narancio contesta conciso: “los tipos quieren hacer un sitio del que nunca salís”. Una red donde todo confluya. Y quienes encargan aplicaciones, ¿qué buscan? Este programador señala dos esquemas de negocios en base a su experiencia: “he hecho aplicaciones para juegos o algo viral, que se expanda por todos lados, donde pueden meter los avisos, como Google adsense. La otra pata de negocios es, por ejemplo, una radio online; la widget de esa radio la usan como medio de marketing o de ganar más usuarios, o de lanzarla si recién es un starter”.
Como usuario, declara utilizar las redes sociales para interactuar y mantenerse actualizado. “En Estados Unidos, donde estuve trabajando, la tienen abierta todo el día. Se van de noche a un partido de fútbol, por ejemplo, y le cambian el estado a su profile: ‘Me fui a jugar al fútbol’. Nosotros eso no lo hacemos. Es otra mentalidad”.
Tanta adhesión, o dependencia de las redes, según se vea, tiene varias caras. “Hoy por hoy a los usuarios de Facebook les está quemando que les lleguen tantas notificaciones por día. Se ha hablado de eso en los foros”, revela el licenciado. EnYouTube hay disponibles varios videos de marketing viral (estrategias de difusión espontánea entre usuarios) que avalan claramente esto último. Con la base musical de We didn't start the fire, de Billy Joel, un grupo coreografía y canta una campaña anti-widgets. “Estoy realmente aburrido de Facebook; hay demasiadas aplicaciones y no uso ninguna”, reza la canción, en inglés.
Para los globalizados, las redes sociales pueden ser la fórmula ideal para intentar contrastar aquella vieja teoría de que sólo un máximo de seis grados separan a dos personas de la población mundial, por distantes que se crean una de la otra. Ellos siguen agregando contactos, con la esperanza de dar, tarde o temprano, con el amigo del amigo de Bono o con la amiga de la prima de Scarlett Johanson.
Los demás, con más o menos ironía, continúan preguntándose para qué diablos sirven las redes sociales de internet.
     
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