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SANGRE NUEVA
Mientras los dirigentes de toda la vida se preparan para la campaña electoral que tendrá lugar el año que viene,
PAULA salió a la calle a preguntarle a jóvenes militantes de los principales partidos políticos cómo ven el país y el mundo. Aquí, su refrescante punto de vista.

FOTOGRAFÍAS: PABLO RIVARA

FEDERICO RICAGNI
26 AÑOS
Alianza Nacional.
Presidente de la Juventud
del Partido nacional.

Seguir en el camino que estamos recorriendo, continuar con el apoyo incondicional a los jóvenes, haciendo un partido renovado y de puertas abiertas.
Aplicando lo que dice siempre Jorge Larrañaga: “los jóvenes tienen que ser los padres de una patria que nace y no los hijos de una patria que muere”.

–Si estuviera en su poder tomar tres medidas inmediatas para mejorar el país, ¿cuáles serían?
Todas las medidas que estén a mi alcance para mejorar el empleo juvenil, el acceso a la vivienda y mejorar la educación, para que ésta no sea únicamente un lugar por la lucha de poder, sino que forme ciudadanos.

–¿Y para mejorar la ciudad?
Buscar otra forma de pagar lo que esta intendencia debe: cuarenta millones a los empleados por incumplimiento y quince de los casinos por estafa.
No esconder estas deudas haciendo más “justa” la contribución inmobiliaria.

–¿Qué es lo mejor que ha hecho el actual gobierno?
El trabajo en lo que respecta a los derechos humanos, con una buena utilización de la ley de caducidad de la pretensión punitiva del estado.

–¿Y lo peor?
No escuchar, tan siquiera, a la otra mitad del país que no los acompañó en la pasada elección.
Hacer todas las reformas de espaldas a la oposición demuestra poca visión de futuro, pues habilita a que el próximo gobierno reforme también lo que quiera y el país viva de reforma en reforma.
¡Qué oportunidad perdida de escucharnos entre compatriotas!

–¿Qué es lo mejor de vivir en Uruguay?
Que es un país democrático, con una cultura política superior, que respeta y cuida lo poco que tiene. Las costumbres que nos diferencian y nos identifican en la región.

–¿Y lo peor?
La facilidad que tenemos para encontrar excusas. Acá nadie se hace responsable de nada. Por ejemplo, cuando se escaparon el “cotorra loca” y el “zar del éxtasis” caminando por la puerta del penal y no pasó nada. En otro lado alguien es responsable. Así pasa en muchos campos.

–¿Si tuviera la oportunidad de irse del país para mejorar su situación económica y/o laboral, se iría o se quedaría a cualquier precio?
No sé, la verdad no me veo fuera del Uruguay. Me quedaría, así fuera para apagar la luz. Si tuviera esposa e hijos tal vez la respuesta fuera otra.

–¿Qué presidente del mundo actual le despierta más simpatía?
Es muy difícil, porque no vivo sus gobiernos, pero tal vez Michelle Bachelet, o Felipe Calderón, pero recuerdo a Fernando Henrique Cardoso y Vicente Fox.

–¿Y cuál le provoca mayor rechazo?
Hugo Chávez, pues no respeta a su propio pueblo ni a los demás. Ha hecho de la descalificación su única herramienta. Qué tristeza ver a muchos de nuestros jerarcas seguirlo en su cambiante e incierto discurso.

–¿Qué político uruguayo actual, fuera de su partido, le inspira más respeto?
Alejandro Atchugarry

–¿Qué estudia? ¿Dónde trabaja?
–Trabajo en el mercado modelo, en el puesto de Pizzorno, desde las dos de la mañana. Esto me deja el resto del día libre para poder militar en la juventud.

–¿Por qué es blanco?
–Ser nacionalista es algo muy difícil de explicar. Es una mezcla de pasado, convicción, ideas y amor a la patria.

–¿Cómo se define ideológicamente?
Considero que la izquierda y la derecha, al igual que muchas otras ideologías, le han hecho suficiente mal al mundo como para andar reivindicando viejas consignas y odios. Soy Blanco, nacionalista, pero no le tengo miedo a los “motes” que nos pongan.

–¿Por qué hace política?
Creo que la mejor forma de tomar las riendas de nuestro propio destino es opinar y hacer desde la militancia política. No entiendo el quejarse y quedarse de brazos cruzados en casa.

–¿Cuál es su máxima aspiración en esa área?
Estar siempre a la altura de las circunstancias. Y servir a la patria desde donde me toque, con honor y orgullo.

–¿Qué debería hacer su partido político para renovarse en términos generacionales?

SEBASTIÁN VENAZETTI
27 AÑOS.
Militante del Movimiento
de Participación Popular,
Frente Amplio.

Igualmente, algunas cosas pueden ser más necesarias, como alcanzar una formalización que mejore las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores rurales; planes que posibiliten que los jóvenes y los más pobres puedan acceder a una vivienda; algunas modificaciones en la nueva política tributaria. Éstas pueden seralgunas.
De todas formas, son cosas en las que ya se viene trabajando y creo que hay voluntad política para llevarlas adelante.

–¿Y para mejorar la ciudad?
Es prioritario que se siga profundizando en la política de descentralización municipal y la participación de la gente. Esto se viene haciendo desde hace rato. Lo que es más difícil de resolver son aquellos problemas vinculados al tránsito, debido a la propia estructura de nuestra ciudad.
Si bien es necesario trabajar para mejorar en esta área, también es verdad que se necesita mucha plata para hacer esto.

–¿Qué es lo mejor que ha hecho el actual gobierno?
Muchas cosas. Priorizar la participación de la gente en las decisiones políticas, como se hizo con los consejos de salarios o el debate educativo; la recuperación salarial de los trabajadores y la creación de muchas más fuentes de trabajo; la reforma tributaria, con la que más del 80 por ciento de la gente fue beneficiada; el acceso de mucha más gente a la atención en salud; la atención a las situaciones de emergencia social en las que viven tantos uruguayos.
En definitiva, que el centro de la política sea la gente, en particular aquellos que están en peores condiciones.

–¿Y lo peor?
Quizá al principio no se supo comunicar de la mejor manera todas las cosas que se estaban haciendo. Pero creo que el debe más importante es no haber insistido con algunas pequeñas batallas que se dan en el plano de las ideas.
Es importante que se comprenda que la culpa de que exista delincuencia no es de los pobres sino de la desigualdad; que no hay combate a la pobreza sin combate a las grandes concentraciones de riqueza, por ejemplo. Un país que fue destrozado durante tantas décadas no se arregla de un día para otro, pero no hay grandes cambios posibles si no hay cambios en la forma de pensar de todos nosotros, y esta batalla no debe dejarse para cuando haya mejores condiciones.

–¿Qué es lo mejor de vivir en Uruguay?
Acá están las personas que quiero, mis amigos, mis afectos.
Ésta ya es una buena razón para querer vivir en Uruguay.

–¿Y lo peor?
Lo difícil que resulta cambiar algo. Somos muy conservadores. Aunque todos estemos de acuerdo en que algo está mal, si alguien viene con una idea nueva que intente mejorar, lo miramos con desconfianza, al menos por un rato. Cuesta demasiado que se acepte lo nuevo y a “los nuevos”.

–¿Si tuviera la oportunidad de irse del país paramejorar su situación económica y/o laboral, se iría o se quedaría a cualquier precio?
Hay pocas cosas más enriquecedoras que tener la posibilidad de conocer otras realidades, otras culturas, otra gente. Éste podría ser un motivo por el cual me iría a otras tierras, pero no creo que por razones económicas. Además, si bien la lucha es la misma en todos lados a la hora de cambiar aquello que no nos conforma de nuestra realidad, me siento comprometido y esperanzado con este proceso de cambio en nuestro país.

–¿Qué presidente del mundo actual le despierta más simpatía?
Entiendo que, más allá de algunas preferencias, todos los presidentes de izquierda que están llevando adelante los diferentes procesos de transformación en Latinoamérica están haciendo las cosas bien. Pero las realidades de cada sociedad son diferentes, por lo que los caminos hacia la verdadera liberación de nuestros pueblos y la construcción de sociedades más justas y solidarias no son siempre los mismos ni van a la misma velocidad.

–¿Y cuál le provoca mayor rechazo?
Bush, por lejos.

–¿Qué político uruguayo actual, fuera de su partido, le inspira más respeto?
Seguramente existen muchos políticos fuera del Frente que se han ganado el respeto de la gente a partir de su honestidad y sus convicciones.
A éstos yo también los respeto. Lo que sucede es que, al ver con quienes se cuenta a la hora de la verdadera construcción política, lo que define es si esa persona siente la necesidad de transformar esta sociedad y construir un mundo más justo, o simplemente entiende que la política consiste en gestionar más o menos bien un conjunto de instituciones y organismos.

-¿Qué estudia? ¿Dónde trabaja?
Estoy cursando cuarto año de la Licenciatura en Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales y trabajando como encuestador en dos lugares diferentes.

–¿Por qué es frenteamplista?
Porque creo en la necesidad de un proyecto de transformación que contemple los diferentes matices que existen dentro de la izquierda uruguaya. Creo que es la herramienta necesaria para sumar más gente a la lucha por un Uruguay para todos, no sólo para algunos pocos.

–¿Cómo se define ideológicamente?
A veces las etiquetas terminan separando a quienes tienen una práctica política común. De todas formas, creo en un conjunto de valores que hacen a la vida de cualquier persona de izquierda; y, si anhelar un mundo sin explotados ni explotadores es ser socialista, entonces lo soy.

–¿Por qué hace política?
Porque las soluciones verdaderas a los problemas de todos, son siempre colectivas. Y para esto es indispensable la organización y la participación de la gente.

–¿Cuál es su máxima aspiración en esa área?
Ganar en la lucha contra una cultura que promueve el individualismo, el egoísmo, la resignación y el “hacé la tuya”, que genera demasiadas inequidades en el seno de nuestras sociedades. En definitiva, construir un mundo más solidario y justo, que sea de todos y a partir de todos, que genere las condiciones para que mucha más gente pueda ser libre y feliz.

–¿Qué debería hacer su partido político para renovarse en términos generacionales?
Vivimos en una sociedad que no se renueva generacionalmente, y el Frente Amplio no escapa a esta realidad. Pero, así como suelo no estar de acuerdo con aquellos que viven diciendo “te falta experiencia”, tampoco creo que haya que reprochar y pedirle a los más viejos que nos den un lugarcito por el simple hecho de que “soy joven”. Ese lugar se construye y se consigue sin pedir permiso y sin que te lo regale nadie.

–Si estuviera en su poder tomar tres medidas inmediatas para mejorar el país, ¿cuáles serían?
Creo más en los procesos que en las medidas mágicas para mejorar las condiciones de vida de la gente.

FELIPE SCHIPANI
28 AÑOS
Foro Batllista.
Convencional Nacional del
Partido Colorado.


–¿Qué estudia? ¿Dónde trabaja?

Me acabo de recibir de Doctor en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de la República. Trabajo en la ANEP de mañana y en una editorial de tarde. Estoy esperando jurar ante la Suprema Corte de Justicia para iniciar el difícil camino del ejercicio liberal de la abogacía.

–¿Por qué es colorado?
Por convicción. Me siento profundamente identificado con la visión independentista de Rivera, con la lucha por la libertad de Garibaldi, con la justicia social y el republicanismo de Don Pepe y con el arrojo democrático de Brum.
El Partido Colorado es la mejor historia y el mejor futuro.

–¿Cómo se define ideológicamente?
Soy socialdemócrata, que no es otra cosa que el batllismo de nuestros tiempos. Me defino también como sanguinettista, como concepto que excede al Foro y al dirigente político actual, y que refiere al estadista y al pensador.

–¿Por qué hace política?
Por vocación. A los 14 años empecé a militar en los gremios estudiantiles. Siempre tuve la necesidad de involucrarme en los problemas colectivos.

La política es el gran instrumento del cambio social, y es de las actividades más nobles a las que se puede dedicar una persona.

–¿Cuál es su máxima aspiración en esa área?
Como la de cualquier militante, incidir en las decisiones.
Los jóvenes lo hemos logrado con la reforma juvenil del partido.
Anhelamos seguir por ese camino, pues demostramos que no estábamos equivocados.

–¿Qué debería hacer su partido político para renovarse en términos generacionales?
Con la reforma de la carta orgánica del partido nos hemos ubicado a la avanzada en materia de participación de las nuevas generaciones. Cientos de jóvenes electos por otros 46 mil integran la autoridad partidaria.
No tengo dudas de que esta nueva generación adquirirá visibilidad a partir de la próxima elección.
Es imprescindible que así sea.

–Si estuviera en su poder tomar tres medidas inmediatas para mejorar el país, ¿cuáles serían?
Retomaría y profundizaría la reforma educativa de Rama e impulsaría Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, Europa, China, India y quien sea; le guste o no le guste a Argentina y Brasil. Derogaría el IRPF: ya estamos juntando firmas para declarar la inmunidad tributaria de jubilaciones y pensiones.

–¿Y para mejorar la ciudad?
Solucionaría el tema de los carritos por las calles, destinando lugares instrumento del cambio social, y es

de específicos para la tarea del manejo de residuos.
Mejoraría el pavimento, la limpieza y la iluminación de la ciudad, y posicionaría a Montevideo como la Río de Janeiro del Plata.

–¿Qué es lo mejor que ha hecho el actual gobierno?
Lo que ha continuado de gobiernos anteriores: la política macroeconómica, el cumplimento de los compromisos internacionales, la política forestal, pese a haberse resistido a la instalación de Botnia y Ence.
El Plan Ceibal es un gran proyecto, pero una golondrina no hace primavera.

–¿Y lo peor?
La política exterior, vergonzosa. La educación, patética. Con la incapacidad demostrada en la Universidad, ¿qué otra cosa se podía esperar? El IRPF, un castigo a las clases medias. El PANES, un fiasco: no se genera justicia social fomentando la vagancia y el ocio.

–¿Qué es lo mejor de vivir en Uruguay?
Vivir en un país que no sabe lo que son las catástrofes naturales, excepto alguna inundación, las guerras ni los conflictos religiosos o étnicos. Con profunda tradición cívica, democrática y republicana. El Uruguay es como una piedra bruta, con gran potencial, a la que hay que pulir de una vez por todas para volverla preciosa.

–¿Y lo peor?
Que los uruguayos somos bastante conservadores, nos cuesta cambiar, discutimos hasta el exceso, y seguimos soñando con el maracanazo del 50.

–¿Si tuviera la oportunidad de irse del país paramejorar su situación económica y/o laboral, se iría o se quedaría a cualquier precio?
No me iría. Creo que éste es un país maravilloso y viable.
Tengo un sueño, que es ver al Uruguay inserto en el mundo, con una educación de avanzada, y con más inmigrantes que emigrantes.
Quiero ser parte en el cumplimiento de ese sueño.

–¿Qué presidente del mundo actual le despierta más simpatía?
Presidentes eran los de antes: Fernando Henrique Cardoso, Lagos, Clinton, Sanguinetti, Felipe González. Ahora me gusta Bachelet, por la continuidad del modelo de desarrollo socialdemócrata chileno.
También simpatizo con Rodríguez Zapatero.

–¿Y cuál le provoca mayor rechazo?
Fidel, un dictador y no un mito. Chávez, expresión de la decadencia latina; su amigo el presidente iraní, un tipo absolutamente desequilibrado; y Bush (pese a reconocer su ayuda determinante en el 2002), un enfermo belicista.

–¿Qué político uruguayo actual, fuera de su partido, le inspira más respeto?
Pese a estar en las antípodas de su pensamiento, pues él es marxista y yo liberal, respeto la coherencia y los principios de Helios Sarthou, que no traicionó sus más caros valores para llegar al poder, como hizo la enorme mayoría de sus compañeros.

JULIANA MORALES
23 AÑOS
Militante del Partido Independiente.


–¿Qué estudia? ¿Dónde trabaja?

Estoy en cuarto año de Ciencia Política, en la Universidad de la República, y trabajo como webmaster en un empresa de marketing digital.

–¿Por qué es independiente?
Porque me siento identificada con los ideales democráticos y de justicia social del partido. También porque tiene un modo de ser oposición que es constructivo para el país, sin pensar en las consecuencias en votos que implique tal o cual postura.

–¿Cómo se define ideológicamente?
De centro izquierda, con fuertes valores democráticos y de solidaridad social.

–¿Por qué hace política?
Porque creo que la democracia es, ante cualquier otra, la mejor forma de gobierno, y la pluralidad de los partidos es el elemento central de la democracia. Formar parte de un partido y hacer política es participar en la construcción de los ideales democráticos, aunque esto sólo no baste.

–¿Cuál es su máxima aspiración en esa área?
Ocupar cargo de decisión para tener la oportunidad de contribuir a concretar cambios imprescindibles para la construcción de un país más justo.

–¿Qué debería hacer su partido político para renovarse en términos generacionales?
Creo que la clave para renovarse es generar espacios de participación real en la creación de políticas dentro de los organismos del partido. Es más fácil ver y conocer líderes potenciales si se les permite trabajar, aportar y sumar a las ideas del partido.

–Si estuviera en su poder tomar tres medidas inmediatas para mejorar el país, ¿cuáles serían?
Reformular la educación pública, para convertirla en una herramienta de justicia social y de construcción del desarrollo nacional. Elaborar y ejecutar una política de vivienda que logre erradicar los asentamientos, y asegure el derecho a la vivienda para todos y todas. Elaborar y ejecutar políticas tendientes a erradicar la violencia en todas sus formas: familiar, institucional, deportiva, callejera, etcétera.

–¿Y para mejorar la ciudad?
Una nueva organización del transporte urbano y suburbano. Planificación urbana. Crear nuevas vías de acceso, y también ciclovías y puentes peatonales. Profundizar en una política ambiental moderna

para tratar la basura, recuperar las corrientes de agua de Montevideo, mejorar la calidad del aire.

–¿Qué es lo mejor de vivir en Uruguay?
Lo mejor es ser libre y vivir en democracia.

–¿Qué es lo mejor que ha hecho el actual gobierno?
Su labor en el tema de la violación de los derechos humanos durante la dictadura militar, localizar los restos de los desaparecidos y su búsqueda de la verdad.

–¿Y lo peor?
La ausencia de políticas de vivienda, el atraso de la reestructura del Banco Hipotecario. El debate educativo, por su concepción corporativa y porque no atiende los verdaderos problemas de la enseñanza pública (baja calidad, altos niveles de deserción, una formación que no permite fácil inserción en el mercado del trabajo). Algunos desvíos institucionales.

–¿Y lo peor?
Lo peor es la desigualdad.
La pobreza, la marginación y los niños pidiendo en las esquinas.
Creo que eso es desgarrador.

–¿Si tuviera la oportunidad de irse del país para mejorar su situación económica y/o laboral, se iría o se quedaría a cualquier precio?
No me iría por ese motivo. Creo que hay que quedarse en el país y sacarlo adelante juntos. Lo económico no sustituye otras cosas tan importantes como la familia.

–¿Qué presidente del mundo actual le despierta más simpatía?
José Luis Rodríguez Zapatero, por su actitud tolerante.

–¿Y cuál le provoca mayor rechazo?
Hugo Chávez, por sus actitudes violentistas y autoritarias. Por sus evidentes intenciones de perpetuarse en el poder. Por su constante intromisión en asuntos de otros países.

–¿Qué político uruguayo actual, fuera de su partido, le inspira más respeto?
La ministra Daisy Tourné, porque es una mujer al frente de un ministerio tradicionalmente masculino.
Por su sensibilidad de género y sus esfuerzos por transmitirla a la fuerza policial.


VERÓNICA BLANKLEIDER
28 AÑOS
Asamblea Uruguay Frente Amplio.
Responsable del Área
de Relaciones Internacionales
de Jota21.


–¿Qué estudia? ¿Dónde trabaja?

Soy estudiante de Facultad de Medicina en la Universidad de la República.

–¿Por qué es frenteamplista?
Soy frenteamplista, progresista, porque creo que otro Uruguay es posible. Un país con justicia social, democrático y con igualdad de oportunidades para todos. Creo que el Frente Amplio es la herramienta que tiene la movilización programática necesaria para cambiar al país hacia todo eso.

–¿Cómo se define ideológicamente?
Me defino como una persona de izquierda, dentro de una izquierda renovada que sea capaz de inculcar los valores de una izquierda tradicional en el siglo XXI.

–¿Por qué hace política?
Porque es una forma de participación, desde donde puedo ser protagonista. Reivindico todas las formas de militancia pero desde la política se trabajan todas las transformaciones sociales.

–¿Cuál es su máxima aspiración en esa área?
Soy militante de a pie. Mi aspiración es llegar a esa justicia social de la que hablé. En lo personal quiero ser médico, y para eso estudio, pero siempre voy a estar donde pueda aportar mi granito de arena.

–¿Qué debería hacer su partido político para renovarse en términos generacionales?
Depende de que los cuadros políticos de hoy den los espacios necesarios, pero también depende de que los jóvenes nos hagamos cargo de nuestro rol. Comparto culpas y responsabilidades.

–Si estuviera en su poder tomar tres medidas inmediatas para mejorar el país, ¿cuáles serían?
Obligatoriedad de la educación desde los tres años hasta los 18 (6º año de liceo). Educación sexual en escuelas y liceos. Continuar fomentando la inversión nacional y extranjera para generar fuentes de trabajo.

–¿Y para mejorar la ciudad?
Completar el saneamiento. Implementar la idea de las libretas de chofer por puntos. Mejorar el sistema de transporte. (Ya existe un proyecto al respecto).

–¿Qué es lo mejor que ha hecho el actual gobierno?

La política económica (Reforma Tributaria), políticas sociales (plan de emergencia), política laboral (consejos de salarios, legislación laboral); políticas de salud (creación del Sistema Nacional Integrado de Salud y del Fondo Nacional de Salud; educación (plan Ceibal, se triplicaron los recursos a la educación).

–¿Y lo peor?
Personalmente creo que lo peor fue el anuncio del presidente de vetar la ley de salud sexual y reproductiva, y la paciencia que hemos tenido con el gobierno argentino por el tema de las pasteras.

–¿Qué es lo mejor de vivir en Uruguay?
Lo mejor es saber que vivo en el país que tiene los índices más altos en la aprobación de la democracia de toda América, sin olvidarme del mate, de la rambla y de mi gente.

–¿Y lo peor?
La verdad, no se me ocurre nada.

–¿Si tuviera la oportunidad de irse del país para mejorar su situación económica y/o laboral, se iría o se quedaría a cualquier precio?
No me iría bajo ninguna circunstancia. Tuve la oportunidad, pero dentro de mis prioridades siempre estuvo mi familia, mis amigos, etcétera. Siento un compromiso muy grande con este país, por eso milito y opto por quedarme.

–¿Qué presidente del mundo actual le despierta más simpatía?
Además de Tabaré, Zapatero.

–¿Y cuál le provoca mayor rechazo?
Bush.

–¿Qué político uruguayo actual, fuera de su partido, le inspira más respeto?
Respeto a todos... reivindico la libertad de pensamiento: estamos en un país democrático.


NICOLÁS ORTIZ
28 AÑOS
Vamos Uruguay.
Convencional Nacional del Partido Colorado.


–¿Qué estudia? ¿Dónde trabaja?

Estudio Ingeniería Civil y Ciencia Política, ambas en la Universidad de la República, y soy docente.

–¿Por qué es colorado?
Por convicción. Siempre simpaticé con la concepción batllista como medio para alcanzar la justicia social y creo que es el camino más certero. Ciertamente, muy diferente a los senderos planteados por el Partido Nacional y por el Frente Amplio.

–¿Cómo se define ideológicamente?
Batllista y socialdemócrata.
Quizás un poco más tendiente al socioliberalismo.

–¿Por qué hace política?
Porque tengo una profunda vocación de servicio público.
La política es un ámbito que permite canalizar esa vocación a fin de generar una sociedad más justa. Quiero mejorar el país.

–¿Cuál es su máxima aspiración en esa área?
Justamente: la construcción de una sociedad más justa, más batllista. No importa desde qué lugar, edil o presidente de la República.
El tiempo lo dirá.

–¿Qué debería hacer su partido político para renovarse en términos generacionales?

El partido ya dio un primer paso.
A diferencia de los otros partidos políticos, se insertaron 100 Convencionales Nacionales entre 18 y 30 años directamente en el órgano soberano del partido: la Convención Nacional. Y pronto dos de ellos integrarán el Comité Ejecutivo Nacional, órgano ejecutor de la política definida por la Convención.

–Si estuviera en su poder tomar tres medidas inmediatas para mejorar el país, ¿cuáles serían?
En primer lugar, perseguir un pacto social real, en el que todos los actores de la sociedad establezcan un plan estratégico de país.
Ésas son políticas de Estado verdaderas. Ya lo hicieron Irlanda y otros países. Por otra parte, tomaría medidas en materia educativa. El debate educativo fue un fracaso y los recursos financieros aún son insuficientes. Mejorar los sueldos y la capacitación de los educadores, así como también la infraestructura, son medidas que se pueden tomar administrando más eficientemente. Finalmente, modificaría el sistema tributario. No puede concebirse un sistema que afecte la clase media uruguaya. El IRPF es justamente eso.

–¿Y para mejorar la ciudad?
En primer lugar revisar la administración y la recaudación municipales, que a pesar de la reciente modificación, continúa siendo injusta. Con ese marco saneado, la prioridad sería la limpieza. Es una cuestión que está atada a la educación de los ciudadanos y a la realidad de los hurgadores.

No ha habido soluciones efectivas. El estado de las veredas de toda la ciudad también es desastroso.

–¿Qué es lo mejor que ha hecho el actual gobierno?
Considero que hubo avances en derechos humanos, aunque es discutible el medio utilizado para llegar a la verdad. A nivel general, el cambio de gabinete me parece una medida interesante. La conjunción de técnicos y políticos es, al menos en su concepción, acertada.

–¿Y lo peor?
El manejo de la política exterior. Un país como Uruguay necesita de una política exterior ejemplar y profesional. Considero que el gobierno estuvo lejos de lograr eso, al menos hasta ahora. Tuvimos un conflicto con Argentina mal manejado y tenemos un gran “veremos” con los Estados Unidos.

–¿Qué es lo mejor de vivir en Uruguay?
Su gente. Creo que somos una sociedad muy tolerante, ya que los uruguayos somos librepensadores. Aún cultivamos valores muy caros en el seno de nuestras familias.

–¿Y lo peor?
El Uruguay es un país demasiado lento para las transformaciones profundas. Es muy burocrático. Me parece que hay que apurarlo un poquito y derribar algunas “barreras” tradicionales.

–¿Si tuviera la oportunidad de irse del país para mejorar su situación económica y/o laboral, se iría o se quedaría a cualquier precio?

Estoy convencido de que se puedeconstruir un país de oportunidades.
Es factible. Ése es el país que deseo ayudar a generar y en el que quiero vivir

–¿Qué presidente del mundo actual le despierta más simpatía?
Voy a inclinarme por un “casi” presidente: Barack Obama.
Me parece una persona sólida, íntegra y proactiva.
Implica una gran renovación. Espero que gane y esté a la altura del cargo.

–¿Y cuál le provoca mayor rechazo?
No tengo rechazo por ningún mandatario. Lo que sí tengo son profundas diferencias ideológicas y políticas con algunos.
Con George W. Bush por ejemplo. También con Hugo Chávez.

–¿Qué político uruguayo actual, fuera de su partido, le inspira más respeto?
Si con actual nos referimos a alguien contemporáneo, profeso respeto por la figura de Líber Seregni. En los últimos años de su vida demostró ser un político “despolitizado”, propugnando más acercamientos que brechas.
Si con actual nos referimos a alguien con vida, el diputado Álvaro Alonso sería una opción.
Es una persona enérgica, inteligente y que promueve muchísimo la renovación.


LUCIANA ECHEVESTE,
26 AÑOS
Congresal de la Unión
del Centro Popular,
Partido Nacional

–¿Qué estudia? ¿Dónde trabaja?
Abogacía. Me faltan pocas materias para recibirme.

–¿Por qué es blanca?
Por convicción, filosofía y pensamiento.

–¿Cómo se define ideológicamente?
Nacionalista.

–¿Por qué hace política?
Porque amo la política. Es mi manera de decir presente, aquí estoy, luchando por mi ideales y luchando por tratar de cambiar aquello que no me parece correcto. Es una actitud de vida.

–¿Cuál es su máxima aspiración en esa área?
No puedo hablar de aspiraciones.
Me gusta pensar en el hoy y me siento feliz de estar al lado de Luis Alberto Lacalle, con quien se aprende continuamente.

–¿Qué debería hacer su partido político para renovarse en términos generacionales?
Seguir con su filosofía, el Partido Nacional se renueva a diario. Los diputados y senadores más jóvenes se encuentran en nuestro partido.

–Si estuviera en su poder tomar tres medidas inmediatas para mejorar el país, ¿cuáles serían?
Derogar el IRPF, que supone la muerte de la clase media. Estamos viviendo en un país inseguro; sin dudarlo implementaría medidas urgentes para brindarle mayor seguridad a la población. Otro tema trascendental es la droga. Cada vez son más los jóvenes adictos y esto genera problemas familiares y sociales, haciendo

tambalear a la sociedad en sí. Concretaría medidas para luchar contra la droga.
Se tendrían que abrir más instituciones para recuperar a los adictos y brindar apoyo a los familiares.

–¿Y para mejorar la ciudad?
Educar e inculcar valores. Repartir mejor los ingresos de la Intendencia.
Brindar mejores servicios.

–¿Qué es lo mejor que ha hecho el actual gobierno?
La prohibición de fumar en espacios públicos.

–¿Y lo peor?
Haber ilusionado a la gente con un cambio que no existe.

–¿Qué es lo mejor de vivir en Uruguay?
Poder vivir en un Estado de Derecho donde podemos expresar nuestros pensamientos y opiniones sin censura.

–¿Y lo peor?
Al existir tantos impuestos y no ser los salarios debidamente remunerados, Uruguay se ha transformado en un país caro donde hay que hacer malabares todo el tiempo. Y lógicamente, la emigración continúa, siendo un fenómeno tan triste como actual.

–¿Si tuviera la oportunidad de irse del país para mejorar su situación económica y/o laboral, se iría o se quedaría a cualquier precio?
Actualmente no me iría.

–¿Qué presidente del mundo actual le despierta más simpatía?
Sarkozy.

–¿Y cuál le provoca mayor rechazo?
Chávez.

–¿Qué político uruguayo actual, fuera de su partido, le inspira más respeto?
Alejandro Atchugarry, que se la jugó en un momento crucial del país.

     
PAULA: San José 1165 of. 204. Tels: 902 0115 int. 178 - 900 6427 - Fax: 908 39 16 - E-mail: [email protected]