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Modelo: Victoria Falco
para Valentino Bookings
Maquillaje: Érika Soca
Fotografía: Marcelo Campi
Producción: Cecilia Solari Scheck y Agustina Piacenza.
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Editorial
Siempre me asombra la oportunidad con que a veces ocurren las cosas.
Concentrada en determinar cuál podría ser el punto de unión entre las notas e informes reunidos en esta PAULA otoñal, me sorprendí días atrás con un librito llegado a nuestra redacción, en cuyas páginas aparecía estampada la respuesta a mis más íntimas disquisiciones al respecto. Porque tratándose de humanos y de su quehacer en la vida, en todos los casos, sin excepción, importa y es primordial la actitud. Y es justo lo que maneja Stuart Avery Gold en su historia animada por una rana aprendiz y un búho sabio, capaz de transmitir al alumno tenaz, las pautas fundamentales para alcanzar plenitud. Que sirven a todos –de ahí el libro, obvio– y que seguramente son las que inspiraron a nuestros entrevistados de turno, mortales de carne y hueso, que entre otras cosas supieron desarrollar la habilidad y el talento para su propio beneficio.
Veamos. Jean-Claude Ellena, perfumista exclusivo de Hermès. Un triunfador que no requiere otra credencial que la de sus logros: una carrera coronada por la satisfacción de haberse convertido en la nariz por excelencia de la gran casa francesa, en un círculo en el que no es fácil descollar, porque aún dominan exigencias de anonimato impuestas por las firmas de renombre, decididas a permanecer como única referencia de sus fragancias. Sin embargo, las creaciones de Ellena hicieron de él un hombre que se cotiza en el mercado de los exitosos. ¿El secreto? La técnica. Basta con escucharlo para entender que desde un principio oyó la voz interior que lo guió.
Sigamos. Jesús del Pozo, reconocido diseñador español. Directo y generoso en sus respuestas, no necesitó de aditamentos para demostrar lo que se sabe. Su nombre está entre los grandes de su país y el mundo. Su trabajo es referencia. También su opinión. ¿El secreto? Aplicar la técnica. Él mismo lo confiesa al hablar de recursos, mecanismos y herramientas que de joven no tenía y que ahora sí tiene.
Y hay más. Diego Armando Maradona, un deportista que pasará a la historia por muchos motivos, pero que en su fase productiva demostró ser el número uno con la técnica del balón. La genialidad de su juego fue prueba indiscutida de su talento. Sin embargo, no supo encontrar el camino, o por lo menos le costó. ¿Qué pasó? Lo entronizaron y convirtieron en Dios, algo para lo que no está preparado ningún mortal. Entonces cayó y recayó. Mi interpretación, es que había fortalecido sus piernas, no así la mente, ni el corazón.
Como remate, un ejemplo colectivo. Ante la coincidente apertura del Mundial, se hace inevitable tocar un tema que afecta a la mayoría de los uruguayos. ¿Qué sentimos al comprobar que realmente quedamos fuera? Invitamos a once compatriotas exitosos a que contestaran un cuestionario que no por casualidad consta de once preguntas, formuladas en estricto léxico futbolero, pero que alude, sin ambages, a la realidad país. Y por supuesto, afloraron temas que preocupan siempre: el triunfo, el fracaso, los riesgos que hay que asumir, la camiseta que hay que sudar, la fuerza, el coraje, la honestidad, la dedicación, el orgullo, la dignidad.
Y aquí vale volver al librito del principio y sus enseñanzas. “Para ser debes hacer”.“Si crees que puedes, lo harás”. “Lo que pienses y cómo lo hagas, determinará tu futuro”. “No dependas de tus piernas para caminar, sí de tu voluntad”. “El talento es innato; la habilidad se aprende. Debes desarrollar ambos para llegar a dominar tu vida”. “El entrenamiento conduce a la técnica, para así lograr que el talento y la habilidad formen un todo, instantáneo e instintivo”.
Y surge la pregunta. ¿Llevará mucho volverse hábil? Depende del ramo. Pero como generalidad, bueno es puntualizar que por estas latitudes, hábiles, lo que se llama hábiles, están los días de la semana y poco más para contar.
¡A disfrutar del Mundial en la paz de no estar!
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