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De tal palo...
Los padres eligieron un camino profesional. Y sus hijos Los siguieron.
Unos y otros dejan ver en esta nota que compartir una vocación va más allá
de Lo estrictamente laboral.

POR: CARLA RIZZOTTO FOTOGRAFÍAS: JUAN CAPURRO.

Los muto
sastres

GabrieL (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando sus hijos le comunicaron que seguirían su misma actividad?
–Sentí una enorme alegría porque esta profesión es muy vocacional.
–¿le hubiera gustado que eligieran otro camino?
–No, fueron muy bienvenidos porque de este modo se iba a poder continuar con la tradición familiar.
–¿Existe competencia con ellos?
–En absoluto, cada uno se ocupa de lo suyo, ellos con sus clientes y yo con los míos.
–¿En qué se parecen a usted?
–Todos amamos a la familia y en el trabajo los tres somos incansables.
–¿En qué no desearía que lo imitaran?
–En la ansiedad y el apresuramiento para resolver dificultades.
–una virtud y un defecto de sus hijos.
–No podría hablar de defectos de ellos, porque antes tendría que empezar por nombrar los míos.
–algo que siempre quiso decirles y nunca se animó.
–Siempre les digo lo que pienso y trato de ser lo más claro posible.

Pablo (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–Para nada.

 

De niño me llamaba la atención verlo siempre bien vestido, ahí nació mi curiosidad por esta actividad.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–La ventaja: nutrirme de su experiencia.
Las desventajas no sé, quizás el esfuerzo y la dedicación tienen que ser mayores por la responsabilidad de mantener un camino iniciado y de proyectar los cambios que en el mundo de la moda son vertiginosos.
–¿Existe competencia con él?
–Sólo en temas deportivos. –¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?

–Lo normal, cuando a uno lo abruman las dudas.
Un día, hace ya algunos años, me dijo que la felicidad no pasa por lo que uno tiene sino por lo que es como persona.
Creo que no preciso mucho más.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?
–Nos parecemos en la pasión por la música.
Pero yo adoro la tranquilidad y él da corriente.
–una virtud y un defecto de su padre.
–Una virtud: la honestidad.
El defecto, que es hincha de Atenas.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Con sangre italiana en las venas es difícil guardarse algo; por ahora no encuentro nada pendiente.

 

Luis (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–No, para nada, me fue gustando naturalmente.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–Más bien ventajas: un aprendizaje directo con muchos secretos de una profesión poco difundida y trabajar en confianza.
Las desventajas: que siempre hay que estar para todo a toda hora, como hijo o como integrante de una empresa.
–¿Existe competencia con él?

–Competencia no. Cada uno en su lugar, con un ideal común para mejorar cada día esta profesión.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos? ¿Cuál fue el último?

–No soy de pedir consejos, pero sí intercambiamos opiniones sobre muchos temas.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?
–En que nos gusta ganar a todo siempre. El polo opuesto: prefiero pensar más las cosas y planificarlas.
–una virtud y un defecto de su padre.

–Virtudes, muchas: valores morales intachables y un gran ejemplo de trabajo. Un defecto: a veces habla un poco de más.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.

–A esta altura ya le he dicho de todo y siempre me animé, ya que creo tener un diálogo muy directo y franco.

 

Los Acuña
Publicistas

ELbio (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hija le comunicó que seguiría su misma actividad?
–Pensé: ¡qué bueno!
Y luego me dije: ¿será bueno?
Ésta es una profesión apasionante, siempre diferente y sorprendente.
Pero también es estresante, exigente y demandante.
Te da muchas satisfacciones y desilusiones.
Entonces me pregunté si le gustaría tanto como a mí. Espero que lo esté disfrutando igual que yo y que lo sufra menos.
–¿le hubiera gustado que eligiera otro camino?
–La verdad es que me encanta tenerla cerca, ayudándome a hacer más grande el proyecto de Punto. Pero si hubiera elegido otra cosa estaría feliz igual.
Tengo tres hijas más y siempre tuve cuidado de no inducirlas a elegir lo que yo quería, sino lo que a ellas las hiciera felices, que es lo único que importa, en el trabajo como en la vida.
–¿Existe competencia con ella?
–Creo que sí, que competimos en algún nivel. Ella tiene ideas muy firmes y cuando está convencida de algo no hay Dios que la resista.
Natalia está dirigiendo todos los negocios internacionales de nuestra empresa y lo está haciendo muy bien.
Competimos sin duda, pero afortunadamente y por como viene creciendo en su profesión, la que ganará será ella. ¡Yo, feliz!
–¿En qué se parece a usted?

–En la creatividad, el liderazgo, la capacidad de conquistar a los clientes.

 

También nos parecemos en la tenacidad para seguir una idea, un proyecto o un objetivo.
Por suerte Natalia sacó de mí las pocas cosas buenas. Lo malo se ve que no lo heredó. No se parece a mí en la belleza, en la buena memoria, en el valor de haberse ido al exterior, en la inteligencia de volver cuando lo entendió necesario y especialmente en que es una madraza.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–En el enojo, en las explosiones emocionales, en no dedicarle más tiempo a la familia, en no administrar correctamente, en querer hacer más de lo que puede y diluirse atendiendo mil cosas a la vez.
No saber hacer foco, meterse en problemas por no saber decir que no.
En fin, es una lista muy larga.
–una virtud y un defecto de su hija.

–Su mayor virtud: la lealtad a toda prueba. Su defecto: no valorar sus propias capacidades.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Esta respuesta es para todas mis hijas.
Hay algo que no les he dicho nunca estoy orgulloso de todas y cada una de ustedes.
¡Son mucho más de lo que un padre pudo haber soñado jamás!

Natalia (HIJA)
–¿sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–Nunca sentí presión, me impresionaba su trabajo. Desde los tres años guardo imágenes de la agencia, siempre con mucho movimiento, con ideas, creativos.

 

Me intrigaba mucho ese mundo, me encandilaba.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–Las ventajas: poder compartir y ver las cosas desde otro ángulo, mezclando la experiencia con lo actual. Hay situaciones que se repiten y poder tener una opinión de alguien que ya lo vivió me parece muy valioso. La desventaja: es difícil no mezclar la diaria y mantener la relación personal 100% desintoxicada. Te da, pero también te saca momentos importantes de la relación con esa persona.
–¿Existe competencia con él?
–No, al contrario, para mí él es un consejero, admiro mucho la pasión que tiene por este trabajo y me saco el sombrero con todo lo que consiguió. Disfruto trabajando un lanzamiento o una campaña con él, es como hacer un curso intensivo. A Punto por muchos años le llamaron “la escuelita”.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos? ¿Cuál fue el último?
–La verdad, bastante seguido.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?

–Me parezco en lo terca.
Él me quiere corregir, pero en el fondo es igual. El polo opuesto se da con el orden, soy medio desordenada.

–una virtud y un defecto de su padre.
–La virtud es su fuerza, su empuje y nunca darse por vencido. También su contención con todos, siempre está en el momento que lo necesito, tratando por sobre todo de hacerme feliz. El defecto: es hincha de Nacional y encima, les hizo un himno.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–No me animo.

 

Los Filippini
Tenistas

Ismael César (PAPÁ)

–¿Qué pensó cuando su hijo le comunicó que seguiría su misma actividad?
–Por suerte descubrimos su habilidad y pudimos ayudarlo.
Él comenzó a jugar tenis desde que empezó a caminar, nació con una raqueta bajo el brazo.
–¿le hubiera gustado que eligiera otro camino?
–No, desde que vimos sus habilidad lo ayudamos para que pudiera hacerse profesional.
–¿Existe competencia con él?

–No.
–¿En qué se parece a usted?

–Somos algo diferentes pero bastante testarudos y de buen corazón.
–¿En qué no desearía que lo imitara?

 

–Él debe tratar de mantenerse en familia, cosa que yo no logré.
–una virtud y un defecto de su hijo.

–Es muy buena persona, muy familiero, y defectos no tiene.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.

–Siempre tuve la esperanza de que llegara más arriba en ATP, aunque hizo mucho por él y por el deporte de nuestro país.

Marcelo (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–No.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?

–Me ayudaba mucho. Por conocer el deporte, mi padre estaba más tranquilo de afuera.
–¿Existe competencia con él?

 

–No. Creo que no existió nunca porque mi padre era bancario y a los cuarenta años se dedicó a su pasión que es el tenis.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos? ¿Cuál fue el último?

–Ahora estoy construyendo una casa y siempre valoro su opinión.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?
–En lo positivo creo que somos parecidos, en la organización no.
–una virtud y un defecto de su padre.

–Es muy trabajador, siempre tiene inquietudes para hacer cosas y ayudar en causas perdidas.
Un defecto: no piensa mucho en el futuro.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Creo que le digo de todo. Pero le agradezco el esfuerzo que hizo y todo lo que nos dio a mis hermanos y a mí.

 

Los Catalá
Médicos

Gaspar (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hijo le comunicó que seguiría su misma actividad?
–El respeto que siempre sentí por lo que cada uno de mis hijos eligió. Entiendo que esas son decisiones muy respetables y merecen apoyo.
–¿le hubiera gustado que eligiera otro camino?

–No, por lo antes señalado.
–¿Existe competencia con él?

–Nunca la sentí, ni tampoco la percibí de él.
–¿En qué se parece a usted?
–En la sinceridad, espontaneidad y humanidad.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–imitar, nada. Tal vez tomar como guía algo de lo que hice y le parece que es adecuado.
–una virtud y un defecto de su hijo.
–Como ser humano es inmejorable; como médico le reconozco una muy saludable seguridad y un manejo clínico práctico.
No encuentro defectos a criticar, tal vez en su apuesta

 

de vida las proporciones de esfuerzos sean diferentes a las mías, pero sinceramente no se cuál es mejor.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.

–Tal vez me hubiera gustado tener más oportunidades de diálogo, pero en la lucha de tiempo, éste se nos va sin que tengamos la capacidad para administrarlo mejor.

Pablo (HIJO)
–¿sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–No, todo lo contrario.
Como ser racional me marcó todas las desventajas de esta profesión, principalmente en lo que refiere al estilo de vida personal y familiar: sin horarios fijos ni fines de semana libres.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–Ventajas: en la etapa de estudiante tuve un conocimiento del medio hospitalario, y además me sentía querido por el cariño y el respeto que a él le tienen. Una desventaja: la comparación, que por suerte la hace poca gente porque ser hijo de un profesor y una

 

referencia para los colegas es muy difícil.
–¿Existe competencia con él?

–No, nunca.
Dentro del ejercicio de la profesión, es un colega consultante.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos? ¿Cuál fue el último?
–Por el contrario de lo que la mayoría piensa, no le pido consejos sobre medicina.
Sí le pido sobre la vida cotidiana.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?
–Me parezco en que me gusta y disfruto de mi profesión. opuestos no hay, pero lo cierto es que no tengo la capacidad de estudio y dedicación a la carrera que tuvo él.
–una virtud y un defecto de su padre.
–La capacidad de razonamiento y de trabajo, además de ser hincha de Peñarol.
Un defecto: priorizar su profesión frente a todo.
–algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.

–El orgullo que me genera que sea admirado dentro del ámbito médico.

 

Los Morales
Periodistas

Víctor Hugo (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hija le comunicó que seguiría su misma actividad?
–Ya estaba decidido, con lo cual no tuve ni tiempo de advertirle que era una profesión peligrosa, en el sentido de tener muchos vaivenes. Ante el hecho consumado me alegré porque si yo tuviese que elegir de nuevo una carrera sería el periodismo.
–¿Le hubiera gustado que eligiera otro camino?

–Si Ana Laura me dijese: “voy a ser actriz de teatro o voy a ser escritora”, son actividades creativas en las cuales la persona se cultiva ejerciéndolas. Así como una actriz se impregna de la belleza de los textos, el periodista crece en el ejercicio cotidiano de su tarea ya que debe estar lúcido, informado y muy atento. Son carreras que le aseguran a una persona una gran alegría al ejecutarlas.
–¿Existe competencia con ella?
–Eso no existe, no entiendo cómo puede haber tal competencia.
–¿En qué se parece a usted?
–En la transparencia en el proceder.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–Soy un periodista con muchos errores en mi carrera, con lo cual tendría que entregar un sinnúmero de sugerencias de lo que no se debe hacer. Pero a grosso modo pediría un imposible, que es evitar los pecados de la juventud, como por ejemplo embalarse con una opinión creyendo que es un canto a la verdad, cuando después uno aprende que es un

 

componente más de una verdad.
–Una virtud y un defecto de su hija.

–Siempre puede haber un defecto pero no quisiera ser crítico. Como virtud, Ana Laura ha tenido una extraordinaria constancia para mantenerse fiel a su vocación.
Y no hay periodista si no existe una actitud fanática hacia los bienes culturales.
–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Me ha sido muy difícil dar consejos, porque lo que es positivo para mí no siempre puede ser bueno para ella. Sólo podría afirmarme en la no repetición de lo negativo, en que lo malo es probadamente malo. Pero decirle lo bueno me costaría más porque sería mi propio decálogo.

Ana Laura (HIJA)
–¿Sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–Recuerdo transitar pasillos de radio y televisión desde chiquita.
Estudié oratoria, dicción y declamación desde los tres años, incentivada por mi abuela.
La verdad es que no recuerdo haberme cuestionado otra carrera que no estuviera vinculada con las artes y la comunicación en sí misma. Increíblemente siempre lo di por sentado.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–Que me oriente, me aconseje y me dé su opinión conjuga el hecho de recibir las palabras no sólo de mi padre sino de uno de los

 

periodistas más respetados, queridos y honestos. Las desventajas: quizás que algunas personas te vean a primera vista como “la hija de”.A veces sentí que debía dar doble examen, que a propósito siempre pasé con buena nota.
–¿Existe competencia con él?
–Es absolutamente impensado.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?

–Siempre le pido, a veces profesionales pero en realidad mis consejos se acercan más a la vida cotidiana. El último consejo laboral fue cuando tenía que tomar la decisión de renunciar a un programa de televisión en el que trabajé muchos años. Lo analizamos con papá, me ayudó a comprender y a tomar la decisión, que por cierto fue positiva.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?
–Nos parecemos en la transparencia y la sensibilidad frente a los temas. Todo nos importa y nos afecta. En lo profesional somos muy exigentes.
El polo opuesto: es muy puntual y yo no.
–Una virtud y un defecto de su padre.

–Virtudes muchas; es muy generoso con su gente y su equipo; es paciente, sabe escuchar y me presta atención cuando la necesito.
El defecto es que se olvida de las fechas importantes.
–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Siempre digo lo que siento y lo que pienso, no podría actuar de otra manera.
No tengo debes.
Si me molesta algo se lo hago saber y que lo adoro con el alma se lo digo cada vez que lo veo.

 

Los Gomensoro
Rematadores

Juan Enrique (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hijo le comunicó que seguiría su misma actividad?
–Me sentí muy emocionado, pues era la sexta generación desde 1835.
–¿Le hubiera gustado que eligiera otro camino?
–No, aunque en ningún momento sugerí que debería entrar al remate, ya que siempre pensé que cada individuo debe elegir su futuro y no correr el riesgo de optar por una profesión que no le guste y frustrarlo para toda la vida.
–¿Existe competencia con él?
–De ninguna manera, todo lo contrario.
Creo que cada generación debe superar a la anterior en muchos factores: más conocimientos específicos de cada rubro (nosotros sabíamos un poco de todo) y sobre todo de computación, hoy fundamental para nuestro trabajo.
–¿En qué se parece a usted?
–En trabajar, crear, tener gusto e imaginación para presentar las obras en los salones, y en ser partidarios de Nacional.

 

–¿En qué no desearía que lo imitara?
–No ser tan casero y no hablar tan poco.
–Una virtud y un defecto de su hijo.
–Tiene cantidad de virtudes y defectos no le encuentro.
–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–He tenido una comunicación fluida y amigable, así que le he dicho todo lo que se me ha ocurrido, y seguimos siendo muy amigos.

Juan Enrique (HIJO)
–¿Sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–Desde niño me llevaban a los remates. En la calle Piedras solíamos correr por los salones y hasta bicicleteábamos por los corredores con las mercaderías a rematarse. Allí veía las fotos de mis antepasados y naturalmente la misión de mi vida se fue impregnando.
Quien me llevaba era papá, pero nunca me sentí presionado.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–Son muchas las ventajas ya que nuestra experiencia de

 

remates viene no sólo de papá sino de cuatro generaciones anteriores. Las desventajas se dan en nuestra relación y son las típicas. Van cambiando a medida que pasa el tiempo. En realidad el que más cambió fui yo, que entré a trabajar jovencito, a los 17 años, y hoy ya piso los 47.
–¿Existe competencia con él?

–Existe un periodo que sí y es natural: el cambio generacional es de cuidar. El respeto y el amor no deben faltarymenos en este momento.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?

¿Cuál fue el último?

−Todo el tiempo. Hace un rato fue el último.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?

–Somos futboleros (jugué con él), caminamos igual, somos de buen corazón; pero él no es creyente y yo sí. Mamá nos metió a Cristo bien adentro.
–Una virtud y un defecto de su padre.
–Nos dio todo lo más importante.
Un defecto: es muy impaciente.
–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.

–Me animé a decirle todo y siempre me ayudó.
Somos muy amigos.

 

Los Forlán
Futbolistas

Pablo (PAPÁ)
–¿Qué pensó cuando su hijo le comunicó que seguiría su misma actividad?
–Fue una alegría. Nos sentamos a conversar y le expliqué todas las responsabilidades que tendría que enfrentar.
–¿Le hubiera gustado que eligiera otro camino?
–Para mí lo importante era que eligiera lo que lo hiciera feliz.
–¿Existe competencia con él?
–Para nada.
–¿En qué se parece a usted?
–En lo futbolístico, en la pegada a la pelota. En lo personal, nos gusta disfrutar los buenos momentos junto a la familia y los amigos.
–¿En qué no desearía que lo imitara?
–Jugando 20 años nunca entrené tanto como lo hace Diego hasta el día de hoy.
–Una virtud y un defecto de su hijo.
–Tener el don de hacer goles indistintamente de zurda y derecha. Creo que pocos jugadores en el mundo han hecho goles de larga distancia.

 

El defecto que tiene es que midiendo 1,80 metro y teniendo buena impulsión haya hecho pocos goles de cabeza.
–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Siempre le digo todo, primero los defectos y después las virtudes.

Diego (HIJO)
–¿Sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–No. Estaba claro que mi padre quería que fuera jugador, pero en ningún momento sentí esa presión.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–La desventaja es que te quier
an comparar, pero a mí no me pasó eso ya que jugamos en distintas posiciones. Una ventaja: que me haya podido transmitir su experiencia por haber jugado al fútbol.
–¿Existe competencia con él?

–No existe nada de eso. Sí hay discusiones, pero son divertidas ya que cada uno habla desde su experiencia.

 

La diferencia es que somos de distintas épocas y ahí vienen los problemas.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos?
¿Cuál fue el último?

–No es que le pida consejos, sino que es normal hablar de fútbol en casa, y siempre intercambiamos opiniones.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos?
–En muchas cosas me parezco, somos muy familieros, disfrutamos de los amigos y nos gusta mucho hacer deporte (que no sea fútbol).
–Una virtud y un defecto de su padre.

–Una virtud... ser un gran padre. Un defecto...
no sé, la verdad que es mi padre y lo quiero tal cual es.
–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.

–Todos somos de hablar las cosas.
No sólo lo hago con él sino con toda la familia, ¡porque los quiero mucho!

 

Los Sánchez Padilla
Empresarios

Julio (PAPÁ)

–¿Qué pensó cuando su hija le comunicó que seguiría su misma actividad?
–Nunca me lo comunicó, ¡yo se lo exigí!
–¿Le hubiera gustado que eligiera otra camino?
–La actividad en la compañía siempre fue muy demandante. Ella al principio pensaba seguir estudiando para ser contadora. –¿Existe competencia con
ella?

–En absoluto.
–¿En qué se parece a usted?

–En que es muy trabajadora, pone mucho esfuerzo en todo lo que hace y es activa, entre otras cosas.
–¿En qué no desearía que lo imitara?

–En que a veces grita igual que yo.
–Una virtud y un defecto de su hija.
–Un defecto, no sabría decirlo. Es una persona exitosa, exigente, capaz y comprometida con todo lo que hace. Además, es una excelente cocinera.

 

–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Siempre le he dicho todo. Pero aprovecho para recordarle que estoy muy orgulloso de ella y que la quiero mucho.

Claudia (HIJA)
–¿Sintió la presión de su padre en la elección de la carrera?
–Sí, porque la responsabilidad que debía asumir me insumía mucho tiempo y no me permitía dedicarme a estudiar la carrera que había elegido.
El tiempo me demostró que fue muy sabio, pues la actividad me permitió desarrollarme en muchas áreas.
–¿Cuáles son las ventajas y desventajas de dedicarse a lo mismo que su padre?
–Me dedico a lo mismo que mi padre sólo en el transporte. La ventaja es tener un sello de profesionalidad y seriedad, y la desventaja fue que pensaran que yo era igual a mi papá.

 

–¿Existe competencia con él?
–No. Ganamos juntos.
–¿Con qué frecuencia le pide consejos? ¿Cuál fue el último?

–No registro la frecuencia porque sé que si los necesito él está para brindármelos.
Hace unos días le consulté acerca del ingreso de un joven para trabajar en CITA.
–¿En qué se parecen y en qué son polos opuestos? –Somos ejecutivos, prácticos, detallistas y gritones.
Soy mujer.
–Una virtud y un defecto de su padre.

–No tiene precio. Un defecto: ha sido demasiado generoso.
–Algo que siempre quiso decirle y nunca se animó.
–Somos frontales y felizmente vivo tranquila de decirle siempre lo que pienso y que él me escuche.
Pero ésta es una buena oportunidad para reiterarle lo feliz que me siento de tenerlo a mi lado.

 
 
     
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