Llevar el verde a sus máximas posibilidades. Que la bruma del mar juegue con las hiedras del jardín, que los colores del atardecer dialoguen con hibiscus y laureles, o las gramíneas con la piedra laja. Esas son sólo algunas de las tareas de los artífices del paisaje que participan en la armónica construcción de Punta del Este y sus alrededores.