Algo nuevo, algo prestado, algo azul...

Apenas una, entre las tantas tradiciones que a modo de cábala las novias cumplen a rajatabla al momento de hacer efectiva esa voluntad que cambiará sus vidas por completo. Porque con un simple “Sí quiero” saben -o no tanto- que asumen para siempre el difícil arte de conjugar el verbo de a dos.

Difícil, pero no imposible.

Por algo el matrimonio se erige, desde tiempos inmemoriales, en el soporte de la familia, la sociedad y más, si se tiene en cuenta lo expuesto por Juan Pablo II: el futuro de la humanidad se construye en el seno familiar, cuyos valores y exigencias hay que promover y salvar.

Concebido por cada cultura a su manera, el matrimonio se desarrolló sin otra frontera que el buen saber y entender de quienes lo practican. Su evolución social, laboral e intelectual, y la aceptada igualdad entre hombres y mujeres con los mismos derechos y obligaciones, cimentaron las nuevas bases a esa institución que, guste o no, sigue marcando la diferencia.

Así lo ven Linda Waite y Maggie Gallagher en su libro The Case of Marriage, en el que ambas sociólogas afirman que el matrimonio debería ser tratado como una opción social preferente dados los beneficios que supone para las parejas y la sociedad. Alejadas de todo romanticismo, ambas expertas defienden que el matrimonio es lo más parecido a un seguro de vida de largo alcance, y agregan que los casados gozan de mejor salud, tienen un estado emocional más satisfactorio y están más estimulados a aumentar los ingresos que aquellos que viven en soledad.

Mas el que se casa por todo pasa, dice el refrán.

Ajenos a tanto estudio, quienes están a punto de dar el gran paso de seguro ya saben que en la pareja no hay que dar nada por sentado y que la clave de todo está en el sentimiento verdadero y en la sincera comunicación.

Por eso dedican su tiempo a resolver los numerosos preparativos de la fiesta, el establecimiento del nuevo hogar, la luna de miel y demás detalles que abruman. Y cómo.

De allí esta edición dedicada a los novios de todas las edades, con buenas ideas, datos de interés, direcciones, consejos... en fin, toda la información útil que contribuya a aliviar el inevitable estrés de esos días agotadores.

Como si fuera poco, esta Paula Novios regala una luna de miel inolvidable en la Polinesia Francesa, en alas de LAN.

¿Qué más? A los casamenteros, el buen deseo de una felicidad casi eterna. Que así sea.




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