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Weblog, blog, blogósfera, blogging, bloggers. Semejante léxico puede provocarle un dolor de cabeza a más de uno, especialmente a los que pertenecen a la era del block, aquel adminículo casi de museo en el que las viejas generaciones garabateaban sus pensamientos más íntimos. Sin embargo, todo este asunto de los weblogs es mucho más sencillo de lo que parece. Para decirlo de otra manera, un blog es un diario personal on line. Una bitácora –como se los llama en España– a la que pueden acceder todos los navegantes de la red. Una página web con anotaciones a disposición de quien quiera leerlas, escritas en forma radicalmente subjetiva, espontánea y piola, a las que se suman una recopilación de enlaces, artículos, imágenes o cualquier otra cosa que su autor considere de interés. La palabra web (internet) log (bitácora) originalmente hacía referencia a un diario publicado on line. Los términos se comprimieron y derivaron en el moderno vocablo blog, que es el que se emplea actualmente para definir al fenómeno. El acto de escribir un blog se denomina bloggin, el que escribe es el o la blogger, y todos los blogs conforman la blogósfera, un ecosistema unido por el lenguaje que se perpetúa a través de miles y miles de páginas. Esta nueva herramienta de comunicación permite que cualquiera ponga a circular sus pensamientos, ideas o impresiones sobre lo que le venga en gana. En los blogs se puede encontrar todo lo que un blogger considere digno de ser compartido. Un verdadero universo de reverberaciones mentales hechas texto que buscan respuesta en el ciberespacio. Hay blogs de literatura, música, noticias, haiku, ciencia, tecnología, actualidad, sexo. Hay blogs de signo periodístico, warblogs –crónicas de bloggers desde sitios en guerra– fotoblogs, y hasta blogs institucionales de prestigiosos medios de comunicación. Existen blogs con análisis de expertos sobre los temas más profundos e intrincados, y otros dedicados a cosas tan aparentemente inútiles como realizar una lista de las cien canciones de amor capaces de arruinar una vida. En el sitio www.weblog.com.uy existe un listado de los blogs uruguayos. Allí figuran los de bandas de rock como Bufón y La Teja Pride, que permiten a fans y curiosos conocer una cara más personal del grupo. También están The Tarariras Herald, donde las noticias son repasadas en clave de solfa; Meditaciones Cristianas, blog en el que Daniel Iglesias profesa su fe católica; Generación Mazinger, que da la bienvenida a todos los que se autoproclamen freaks, raros o subnormales; Arquitectura de Tierra, destinado a difundir ese particular modo de construcción; Agarráme la que me cuelga, donde naturalmente no son bienvenidas las citas cultas, ni las reflexiones sesudas; Bizcocho Maligno, cuyo autor pone “su cerebro en la red”; Chica Vudú, a cargo de una autora que repasa los temas más variados en forma impresionista; Soyjohnnyrotten, un blog autoproclamado “anarcorollinga”; y Diario de una disléxica, en donde Rebecca Milans cuenta que odia los aeropuertos, le fascinan los trenes y muchas cosas más. La lista es interminable. Benito, uno de los bloggers que tiene una mayor cohorte a la espera de sus entregas –su blog registra unas 200 entradas por día– los define como “un formato sencillo y gratis de expresión que se interrelaciona y establece contactos con formatos similares. Originalmente eran más que nada diarios íntimos on line, hoy me parece que es una forma de para-periodismo”. Territorio de ideas El fenómeno irrumpió a finales de los años '90. Los blogs descienden en línea recta de la primera página web creada por Tim Bernest-Lee hace casi quince años en Suiza. Pero también de las listas que publicaban hallazgos para los navegantes: bitácoras para navegar en la red y no ahogarse, del tipo What´s new o What´s cool. Se considera que el primer blog fue creado en 1993 por Marc Andreesen -el cerebro detrás de Netscape- para depositar allí sus ideas y divagaciones. Otro hito fue la creación del primer blog en español, que data de 1999. La novedad, y también lo que los popularizó más recientemente, es la forma extremadamente sencilla en que cualquiera puede lanzar toda su perorata a una audiencia potencial de infinitos lectores. Quien cuente con una conexión a la red puede abrir su blog en apenas tres clics. Sólo hay que ingresar a sitios como el pionero Blogger o el hispano Blogalia, registrarse, dar un correo electrónico como forma de contacto y elegir un nombre para bautizar al recién nacido. Herramientas igualmente sencillas y gratis para publicar en la red sin tener conocimientos de programación se pueden encontrar en sitios como Pitas, Antiville, Morable, Acelblog, Editthispage. Para Víctor Villar, director de Montevideo.com, los blogs son el último grito de la moda en internet. La novelería que siguió al chat, que hizo eclosión en el 98; a los foros que hicieron boom en el 2000, y a la mensajería instantánea que está en pleno auge. “Van a tener una curva de crecimiento muy rápida en los próximos meses”, predice el experto internauta. Google ya había vislumbrado el potencial de esta nueva arma mediática cuando compró Blogger.com, una pequeña compañía creada por tres amigos en 1999. También Villar, que se percató de la intensidad del fenómeno, piensa brindar a los usuarios de Montevideo.com un servicio para crear blogs de manera rápida y gratuita. Para sf, otro anónimo miembro de la blogósfera local que mantiene varios blogs (uno de ellos para cruzar comentarios sobre la novela que recientemente editó, otro llamado Las canciones de amor, y dos fotologs) esta herramienta supone un paso adelante para la comunidad virtual. “El blogger se entrega a la comunicación y se expone, mientras que en los chats se potencia el morbo, la banalidad y la incomunicación absoluta. La posibilidad de pertenecer a la comunidad blogger se parece a un baile de sociedad: después que agarrás experiencia no importa si te sacan o no a bailar, sino disfrutar del baile y saber contemplar a los demás mientras lo hacen. No es más que eso. Es interesante porque se da en un plano virtual, de parcial engaño, de seducción con las palabras o imágenes”. Los blogs, como los tamagochi –aquellas mascotas virtuales que hicieron eclosión entre los niños japoneses hace un par de años– requieren ciertos cuidados, de lo contrario se mueren. Todo blog que se precie debe estar muy actualizado. Se calcula que en el mundo existen unos diez millones de blogs, de los cuales sólo unos 75.000 se actualizan regularmente. Ghetta Life, una blogger uruguaya que mantiene su sitio al día con comentarios de literatura, es partidaria de hacer desaparecer los blogs que quedaron “fosilizados”. “La gente debería tener la decencia de borrarlos, es demasiada porquería volando en el ciberespacio”. Enlazo, luego existo A diferencia del chat o los foros, el blog ofrece hipervínculos y recursos multitextuales. Las plantillas permiten enlazar artículos de otros sitios, incluir toda clase de imágenes, y linkear otros blogs. “Al estar muy linkeados es probable que se te abra un mundo de páginas que tienen muchas posibilidades de gustarte. Eso te ahorra horas de navegación. Al dar con uno tenés la posibilidad de encontrar cientos y hacerte una buena biblioteca de blogs”, explica Ghetta. Lo que hace al blog es el contenido. El tipo de ideas que ponga en circulación y la capacidad de desperezar la mente de los cibernautas, de sorprenderlos, o simplemente de conectar con ellos. Los textos subidos por el blogger se llaman posts, y después de leerlos los visitantes pueden hacer un clic sobre la palabra comments y enviar sus impresiones al respecto. Por eso son terreno de debate y de improvisación permanente. La gracia, o lo que los hace tremendamente atractivos, son las opiniones del autor y los comentaristas, las ocurrencias, o el hecho de que muchos de ellos estén brillantemente escritos. La mayoría de los blogs son personales, aunque hay algunos, como Vuélvete Underground, que son mantenidos por varios bloggers. ¿Quiénes son los bloggers? En el mundo, un estudio realizado por Pew International and American Life Project –una institución norteamericana que mide el impacto social de internet– reveló que el 48 por ciento de los bloggers son hombres menores de 30 años, de los cuales un 70 por ciento usa banda ancha. Tienen una situación económica cómoda y un alto nivel educacional. En Uruguay, donde el fenómeno prendió tibiamente y la blogósfera todavía está en pañales, se estima que la mayor parte de los bloggers son menores de 40, aunque siempre hay alguna excepción que confirma la regla, y básicamente universitarios de clase media. “Ex periodistas, o actuales periodistas, o periodistas ocasionales”, avanza Ghetta. La relación blogs-periodismo es muy interesante. En buena medida, porque algunos bloggers son expertos en contrastar los hechos que publican los medios tradicionales. “Hay un montón de bloggers con pasado periodístico. Todo el mundo sabe que cuando escribís en un medio de prensa tenés un montón de cuidados porque de lo contrario podés poner en peligro tu trabajo. Tenés que tener cuidado de no ofender la línea, y respetar un estilo de escritura. En el blog no tenés que dar cuentas a nadie. Podés ser tonto, inteligente, insultante, podés pelearte... es un espacio anónimo, aunque al final todo el mundo termina sabiendo quien sos”, explica Ghetta. Otras señas particulares saltan a la vista después de visitar sus púlpitos digitales: la mayoría son muy letrados y prefieren mantener el anonimato. Según explica Benito, la inclinación por el anonimato no es una característica exclusiva de los bloggers uruguayos, pero es cierto que parece ser la norma por aquí. “Es lógico en una sociedad en la que cada palabra escrita se toma como una acción drástica. Pero al mismo tiempo sería una tontería el pensar en una suerte de periodismo clandestino en las sombras, es facilísimo averiguar quién es quién en el mundo blogger”. Aunque algunos bloggers no tienen reparos en firmar con su nombre, la mayoría utiliza un nickname –seudónimo– y prefiere no ser descubierto. Al igual que las personas que entran a comentar. Blogocosas Hoy, el mercado de los blogs y su valor comercial crece en todo el planeta. Tanto, que hay quienes se preguntan si no se tratará de una blogburbuja, similar a la que experimentaron a mediados de la década pasada las empresas puntocom. Los debates que giran a su alrededor son innumerables. Muchos se preguntan si los blogs son los herederos del periodismo gonzo, si son escenario de una revolución mediática y ciudadana, si constituyen una nueva forma de volantes underground. Otros se desvelan pensando si pueden interferir en la política internacional, o hacer temblequear a los poderosos mass media. Los más temerosos ya se preguntan si los blogs significarán el fin del periodismo tradicional tal y como se lo conoce. O bien ¿qué futuro tiene la prensa escrita frente al avance de los blogs? Ante semejante visión apocalíptica salió al cruce la blogger Rachel Blood, autora del libro Manual para el blogger: “el bloggin ciertamente no es una nueva forma de periodismo. El weblog es una forma y no un contenido, es como una revista o un libro. Cualquier cosa puede ir en su interior. A veces va rellena de periodismo, a veces de recetas de cocina”. ¿La vieja prensa escrita está realmente amenazada por estos recién nacidos? A Villar esa idea le resulta un tanto extremista. “Los esfuerzos personales nunca van a superar los esfuerzos coordinados y profesionales”. “Los medios tradicionales pueden verse amenazados por la blogósfera en la medida en que pierdan independencia y dependan cada vez más de conglomerados corporativos. En la medida en que puedan mantener su credibilidad no tienen nada de que temer, porque tienen capacidades para financiar investigaciones que los blogs nunca van a tener”, reflexiona Benito. Según sf, los grandes medios son insustituibles cómo organizadores de los discursos de la sociedad. Por otra parte, “los millones de blogs en todo el mundo impiden, sólo por su cantidad, el absurdo de estar informado a partir de ellos. Lo que sí es probable es que cierto tono personal, directo, confesional, osado, de nuevo-nuevo periodismo se integre en los grandes medios”, dice el blogger. |
¿Quinto poder? Ni tan poderosos, ni tan inocentes, los blogs –o mejor dicho algunos bloggers muy atentos como el iraquí Salam Pax– tuvieron un papel estelar durante la guerra de Irak, cuando millones de lectores se volcaron a estas tribunas de opinión pública en busca de información más creíble sobre el conflicto. Información de primera mano, fresca, espontánea. La voz del hombre de la calle. Sin concesiones y sin la menor intención de venderle nada a nadie. “Cada blog es en sí una ideología y con eso basta, aunque sean personales. Ese es precisamente el temor de Umberto Eco, quien ha dicho que el blog puede corroer el sentido de nación y de democracia. No sé si estoy de acuerdo con él. Para mí blog es lo más parecido a comunidad anarquista que conozco; aunque debería ser más liberador de neurosis que basurero de paranoias. No sé, tal vez me equivoque, pero el que quiera denunciar algo, sobre todo si son temas menores, que saque un fanzine y lo venda, porque en formato virtual y sin dar la cara no le creo a nadie. En cuanto a su uso en guerras, por ejemplo, me parece increíble y una especie de excepción, y ahí sí es un arma que puede hacer temblar a un ejército, sobre todo por el tráfico de historias y fotos no oficiales”, consigna sf. Lo cierto es que hay quienes los identifican con un “quinto poder”, y ya empiezan a ser abrazados por los grandes medios de comunicación masiva en países como España e Inglaterra. En el 2003 Clarín fue el primer diario de habla hispana en incluir un blog oficial. El español El Mundo, por ejemplo, dispone de varios blogs enlazados desde su portada. Algo que ha llevado a más de un blogger a levantar un dedo acusador y achacarles a sus colegas que no hacen más que reproducir temas de portada, con la forma informativa de los medios tradicionales: yo informo-tú lees. ¿Qué poder tienen los bloggers en Uruguay? “Que yo sepa hasta el momento bastante nulo, pero he visto muchas inquietudes surgidas originalmente en los blogs que luego han sido retomadas, desarrolladas o vilmente afanadas por los medios tradicionales. Los blogs locales no tienen, por lo general, una orientación de investigación en lo político –que es donde se han destacado los blogs norteamericanos (muchos de ellos funcionan con sponsors y avisos pagos)– por lo que es difícil hablar de ellos como “poder”. En el aspecto que se pueden destacar más es en el de la crítica cultural independiente, algo casi desaparecido de los medios tradicionales”, opina Benito. Los cibernautas siguen a sus bloggers favoritos del mismo modo que leen a un columnista en un medio de prensa tradicional. Teniendo en cuenta que muchos posts podrían ser verdaderas notas dignas de ser publicadas, ¿por qué escribir gratis? “Supongo que por una combinación de grafomanía y estupidez”, arriesga Benito, que dedica unas cuatro horas semanales a actualizar su blog y casi todos los días revisa qué escribieron los bloggers que le interesan. Ghetta lo tiene bien claro: “por la libertad de escribir de lo que se te canta. Si hago un post sobre Nabokov no tengo que esperar que se cumplan cien años de su nacimiento. Un post puede ser sobre alguna particularidad de Lolita que me llamó la atención y no sobre la obra. O sobre una oración que me pareció notable. Puedo poner a Barnes, Nabokov y Amis juntos porque eran los libros que tenía sobre la mesa de luz y decir ‘miren las particularidades que encontré'. Esa libertad es la que te lleva a fabricar un post en lugar de escribir una nota. No tenés que estar probando nada, ni justificando nada, ponés lo que realmente pensás de manera impresionista y listo”. Blogisferio en red En el mundo, el fenómeno ha alcanzado tales dimensiones que el canal de televisión alemán Deutsche Welle se encargó de organizar el primer concurso anual de blogs. El primer puesto fue para www.periodistas21.com, el weblog del periodista español Juan Valera. También fue premiado el sitio www.moodles.net, de un kuwaití de 25 años, aunque para abrirlo de este lado del globo terráqueo es preciso instalar un programa que lea árabe. Entre los más célebres de la red están: Jeff Jarvis y su BuzzMachine, que informa sobre la expansión de la blogósfera; Slashdot, con unas 500.000 visitas diarias; Barrapunto, un noticiero colectivo que llega a tener más de 10.000 visitas al día; Smartimes, que se dedica a mirar con lupa lo que publica The New York Times; Salon y Good Moorning Silicon Valley. Intelectuales como Noam Chomsky también tienen su bitácora (blogzmag/org/ttl) y Andrew Sullivan es considerado el responsable de uno de los blogs más importantes del mundo. Varios bloggers hicieron sus shows de fuerza. Salam Pax, durante la guerra contra Irak; Matt Drudge, al ventilar el affaire Lewinsky. Eason Jordan, jefe de noticias de CNN, tuvo que renunciar a su puesto al ser acosado por la comunidad blogger. También Dan Rather debió bandonar su puesto en 60 minutos cuando los bloggers revelaron que había utilizado documentos falsos en uno de sus programas. Y Trent Lott tuvo que decirle chau al senado después que un blogger lo pescó pronunciando un discurso racista. Recientemente los blogs se volvieron una herramienta interesante para consultores e inversores interesados en hacer negocios. Si a alguien le interesa, la Fast Company publica en la red una lista de Best Bussines Blogs. También hay empresas que empezaron a ver con buenos ojos la posibilidad de fortalecer su relación con los clientes mediante un blog. sf detesta que eso suceda aunque sabe que es inevitable. “Creo que la capacidad de comunicarse y generar pequeñas comunidades no es compatible con los negocios”. También hay quienes los ven como una suerte de curriculum on line. ¿Y cuál será el futuro de este medio? “No lo sé”, confiesa sf. “No future, como todo...”, opina Benito. “Como fenómeno durará toda la vida, pero el boom será por poco tiempo”, arriesga Villar. Es imposible hacer futurología sobre la red y muy difícil saber si los weblogs van a ser tan revolucionarios como la televisión o los motores de búsqueda en internet. Una cosa es segura: en estos momentos, en la blogósfera corren auténticos ríos de bits. Y hay aguas para todos los gustos.
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