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Los Institutos
para el Logro del Potencial Humano integran una organización sin
fines de lucro dedicada a la potencialización de las habilidades
físicas, sociales e intelectuales en niños sanos, y a revertir
los daños en aquellos que han sufrido lesiones cerebrales. Bajo
el lema "donde hay vida hay esperanza", esta entidad de prestigio
internacional cumple la misión de hacer saber que cada niño
tiene el derecho a ser excelente. Basados en la investigación de sus equipos de especialistas, han acabado con viejos mitos, como por ejemplo que el crecimiento del cerebro es un hecho estático e inalterable. Por el contrario, se ha demostrado que el desarrollo cerebral es un proceso dinámico que puede ser detenido o enlentecido por una lesión, pero que también se puede acelerar a través de la estimulación visual, auditiva y táctil. Ningún niño es rechazado en la admisión a los Institutos, sea cual fuera la gravedad de su lesión. Desde paralíticos, sordos, mudos y ciegos, a niños comatosos y otros que padecen lesiones medianas que les generan problemas para la lectura y el aprendizaje, así como hiperactivos, todos son atendidos en el centro operativo de Philadelphia, (Estados Unidos), o en las sedes de Faulglia (Italia), Río de Janeiro y Barbacena (Brasil) y Tokyo (Japón).
Los Institutos fueron fundados en 1955 por el profesor Glenn Doman, y han tenido un importante papel en cambiar sustancialmente la actitud de la sociedad hacia los niños con lesión cerebral. Sus trabajos han conducido a una mejor apreciación del sistema nervioso central como un motor sensorial y han sido pioneros en muchos métodos de estimulación. También llevan adelante programas de desintoxicación y eliminación paulatina de drogas antiepilépticas y otros medicamentos como la Ritalina. En los últimos cincuenta años, más de 20 mil familias de todas partes del mundo han participado en los cursos de los Institutos, una parte de los cuales están destinados a niños sanos que asisten a ellos para transformarse en personas capaces, confiadas y felices. Muestra de ello son los libros Cómo enseñar a su bebé a leer y Cómo enseñar Matemáticas a su bebé, de gran éxito en todo el mundo. A continuación, Glenn Doman cuenta a Paula los beneficios de ayudar a los niños a desarrollar sus capacidades. -¿Cómo empezó su trabajo para hacer que niños sanos fueran intelectual y físicamente avanzados? -Nuestro trabajo empezó hace más de 50 años, con adultos y niños ciegos, sordos y paralíticos. En esos días, nadie había oído hablar de una persona con lesión cerebral que se hubiera recuperado. Después de medio siglo de dar a niños con este problema la oportunidad de ver, oír, sentir, arrastrarse, gatear, caminar y correr, empezamos a ver logros. Para 1963 teníamos cientos de niños de 2, 3 y 4 años, con lesión cerebral severa, que podían leer mejor que niños de 8 años completamente sanos. ¿Es más fácil leer cuando se tiene una lesión cerebral severa? -No pensamos eso, sino que llegamos a una ineludible conclusión: los niños sanos no estaban tan bien como deberían de estar. -Cuando concluyeron esto, ¿qué hicieron los Institutos al respecto? -En 1963 escribimos Cómo enseñar a leer a su bebé. Millones de mamás leyeron el libro y miles escribieron para contarnos las maravillosas experiencias que tuvieron al enseñar a leer a sus bebés. Decían que era una alegría para ellos y ellas. Comentaban que el amor y respeto por sus bebés se multiplicó. Afirmaban que ésta fue la cosa más importante que jamás hicieron con ellos. Alguien que no estaba de acuerdo con enseñar a los bebés dijo: "todo lo que Glenn Doman está haciendo es acercar a las madres a sus hijos". Eso no es todo lo que hacemos, pero si así fuera sería muy importante. Doman descansaría contento si en su epitafio dijera: "él acercó a las madres a sus hijos". Genios lingüísticos ¿Se están desperdiciando los cerebros de los bebés? -Deploramos el desperdicio de los bosques, del agua, del aire y de la vida silvestre, pero no es nada en comparación con el desperdicio del cerebro de los niños. Después de pasar más de 50 años muy cerca de ellos y sus padres estamos convencidos que cada bebé tiene un potencial de inteligencia más grande del que Leonardo da Vinci jamás usó. -¿Cómo aprenden los bebés? -Todos los niños son genios lingüísticos. No hay un acto intelectual más difícil para un adulto que aprender un idioma extranjero; muy pocos adultos tienen éxito para hablarlo de forma fluida. Sin embargo, para cada recién nacido en Montevideo o Madrid, el español es como un idioma extranjero, ni más ni menos que el francés, el alemán o el swahili. En un año, el bebé entenderá cientos de palabras; en dos años, estará hablando en pequeñas oraciones; a los tres años estará hablando muchísimo. ¿Cuántas noches se habrá tenido que desvelar estudiando español? Ninguna, porque todos los niños son genios lingüísticos. -¿Cuándo se debe empezar a enseñar a los bebés? -Todos los bebés tienen fascinación por aprender. Ellos preferirían aprender que comer, porque para ellos es una habilidad de supervivencia. Los bebés pueden aprender absolutamente cualquier cosa que les enseñemos de manera honesta, basada en hechos y con alegría. Los niños aprenden más en los primeros seis años que en el resto de sus vidas, este tiempo es el génesis del genio. Es más fácil enseñar a un niño de cuatro años que a uno de cinco, y a un niño de dos que a uno de cuatro años.
El papel de las madres Ustedes enseñan a las madres cómo enseñar a leer a sus bebés. ¿Cómo es esto posible? -Leer es una función neurológica, no una materia académica. Existen cinco vías al cerebro. Podemos ver, oír, sentir, gustar y oler. Todo lo que aprendemos en nuestras vidas lo hacemos a través de una o más de estas vías. Las mamás saben intuitivamente hablar a sus bebés con una voz clara, fuerte y repetida. La mamá dice: "¿te gustan los lentes de mamá?". "¡Dame mis lentes!", y el bebé concluye que estas cosas se llaman "lentes". Si estimulamos la vía auditiva con información clara, fuerte y repetida, el mensaje llega al cerebro como debe suceder. Esto es una especie de milagro que ocurre todos los días. Si las mamás susurran al oído de sus bebés, las vías auditivas inmaduras de éste no serían capaces de oír la palabra "lentes" y el bebé no aprendería la palabra "lentes" ni ninguna otra. El milagro no sucedería porque no habríamos usado la correcta intensidad para que el mensaje llegara al cerebro. -¿Por qué no ha aprendido el niño a leer espontáneamente a través de la vía visual como lo hace a través de la vía auditiva, sin ningún esfuerzo? -Porque los libros tienen la letra pequeña, demasiado pequeña para la vía visual inmadura del bebé. Para que el mensaje llegue al cerebro a través de la vía visual, el mensaje debe ser grande, claro y repetido. Cuando apareció la televisión, los niños veían Coca-Cola, Coca-Cola. El mensaje era fuerte, claro y repetido por lo que llegaba con facilidad al cerebro. Así muchos niños aprendieron a leer por ellos mismos. -¿Cuál es su objetivo para los bebés? -No es nuestro objetivo hacer pequeños genios desagradables. Si enseñar a los bebés a leer, matemáticas o a ser físicamente excelentes los convirtiera en pequeños genios desagradables, escribiríamos todo lo que sabemos y lo tiraríamos a la basura. Amamos a los niños. Nuestro objetivo es hacer que sean altamente capaces en todas las áreas, porque de esta manera tienen muchas opciones. Tienen más libertad para elegir. Es mucho más posible que tengan éxito en lo que quieran. Son niños que tienen más confianza en ellos mismos, y por lo tanto son más felices, sanos y cariñosos, y se convertirán en adultos con más confianza en sí mismos, felices y sanos. Niños mejores crean un mundo mejor.
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