Actualmente, los años bisiestos generan una serie de temores más prácticos que derivan de que muchos programas de software no reconocen que febrero tiene 29 días. Durante el 2000, un bisiesto secular, algunas computadoras pasaron del 28 de febrero al primero de marzo, ocasionando ipso facto diferentes problemas.
¿Y qué pasa con los que tienen la originalidad de nacer un 29 de febrero? “No hay como alterar un certificado de nacimiento, así que el recién nacido se anota con fecha de nacimiento 29 de Febrero. Hay que anotarlo y listo”, explica la funcionaria del Registro Civil Viviana Fosalba. Después cada uno decidirá si sopla las velitas el 28 de febrero o el primero de marzo porque el 29 de febrero sólo visitará el calendario cada cuatro años. |
Según el instructor de Qabalah Lauro Alonso, “puede que el año bisiesto produzca una atracción especial, pero matemáticamente es un año como cualquier otro”.
“El año bisiesto es casi un malentendido, un traspié que se generó gracias al arreglo que se hizo del calendario. Para la cábala no existe un aspecto particular sobre el año bisiesto, se lo trabaja como un año numerológico igual a cualquier otro”, menciona.
“Pienso que el efecto que produce en las personas es más social que matemático. El año bisiesto denota ciclos, es un periodo que marca cierta continuidad. No son años de mala fortuna como sostiene la superstición. No hay que tomarlos en cuenta como algo negativo, porque si uno se polariza mentalmente induce con el pensamiento una determinada energía. Si se piensa que un año es malo, se arranca con mala predisposición. Para la Qabalah el 2004 es básicamente un año solar, así que de cualquier forma es positivo”, agrega Alonso.
En todo caso, el próximo domingo 29 de febrero, lo mejor será preparar unos ñoquis muy especiales, ya que no se repetirá hasta el 2008. |
|