Desde su
fundación en 1854, durante el esplendor del Segundo Imperio y el
mandato de Napoleón III, la firma francesa Louis Vuitton ha construido
su reputación mundial en torno al arte de viajar. Favoritos de
emperatrices, reyes, zares, jeques y estrellas de Hollywood, los equipajes
estampados con la LV -máximo orgullo de la casa- alcanzaron un
grado de refinamiento y practicidad único, y acompañaron
varias expediciones célebres de la historia, como la Croisière
Noire que siguió los pasos del mismísimo Marco Polo.
Más de cien años después de la creación del
famoso monograma que sigue dando la vuelta al mundo, la tradición
convive armoniosamente con la innovación. Desde los primeros diseños
destinados a evitar la piratería, hasta las más recientes
monogram vernis y monogram glacé, pasando por las líneas
epi, taïga, las telas damier, y la ultra exclusiva línea graffiti,
toda la colección revela un perfecto equilibrio entre el dominio
del trabajo artesanal y los requerimientos del diseño contemporáneo.
Hoy, las dos iniciales más famosas del luxury world, que sedujeron
a luminarias como Mary Pickford, Marlène Dietrich, y Ginger Rogers,
se instalan en un rincón selecto de la Península para beneplácito
de los más exigentes. "Queremos mostrar el universo Vuitton
y lo que implica una marca clásica, capaz de ser definida con dos
palabras: chic y fashionable", dice Patrice Fontes, presidente del
LVMH Fashion Group para Latinoamérica. "Somos la marca de
lujo más importante del planeta", redondea su colega Ricardo
Reyes, manager de comunicación y marketing.
Hábiles en el trato con la prensa, ambos ejecutivos contestan con
una sonrisa y una disposición poco frecuente todo lo que quiera
saberse sobre el funcionamiento de la empresa, siempre y cuando no se
hable de volúmenes de ventas, inversiones, ni investigaciones de
marketing. Sin embargo, hay algunos datos que no les importa revelar:
295 boutiques en el mundo, 53 mil empleados.
De todos modos, no hay que ser detective para descubrir que un monedero
con la famosa LV puede costar 300, un par de botas blancas de cuero de
la nueva colección ready to wear 8 mil, y el charme brazalete -en
oro 18 kilates- cerca de 30 mil. Siempre dólares, claro.
Ricardo Reyes y Patrice Fontes:
"Entramos a Uruguay pisando fuerte"
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¿Sobre
qué pilares se funda un imperio que factura más de
once billones de euros anuales?
-Obviamente sobre el pilar de la calidad y el cuidado integral de
toda la comunicación, el merchandising, la tienda, y el servicio.
No existen franquicias Louis Vuitton, siempre hay un trato directo
con el cliente. Todo lo que implica la LV se cuida al detalle.
-¿Qué presencia tienen en Latinoamérica?
-Estamos en siete países: México, Venezuela, Colombia,
Argentina, Brasil, Chile y, desde el 20 de Diciembre, también
en Uruguay.
-Las tiendas se caracterizan por estar ubicadas en los barrios más
sofisticados de cada ciudad...
-Evidentemente, siempre buscamos locaciones de lujo, o bien -modestia
aparte- donde nos colocamos se crea un espacio de lujo en la zona.
-A simple vista, y a juzgar por la crisis económica de la
región, instalarse en Punta del Este puede ser considerado
un mal negocio. ¿Qué evaluaron antes de desembarcar
en la Península?
P.F. -Lo que dice es verdad, pero la vida sigue. Punta del Este
es realmente un lugar donde una grifa como Louis Vuitton tenía
que estar. |
¿Qué
importancia tiene marcar presencia independientemente del resultado
de los negocios?
P.F. -Una nueva casa es como el nacimiento de un nene. Es una gran satisfacción
dar a nuestros clientes la posibilidad de comprar los productos LV durante
la temporada.
-Louis Vuitton nunca abrió una tienda sólo por estar presente.
No pretendemos crear un mercado, idear un consumo es una política
antiética. Estamos expuestos a un mercado, respondemos a él,
y así podemos satisfacer al cliente. Creemos que el mercado uruguayo
tiene la madurez necesaria para avanzar.
-Suena bastante optimista a juzgar por la recesión económica...
-No podemos bajar la guardia y decir me rindo, me tiro, y lloro. Hay
que seguir adelante, luchar, trabajar y sacar adelante el asunto.
Lujo confidencial
-¿Cómo
se logra la asociación de la LV al lujo?
-Con un cuidado excesivo en la calidad, el diseño y la distribución.
-¿Qué papel juega el marketing en la firma?
-Es una herramienta que permite conocer las necesidades del mercado,
buscar la manera de satisfacer al cliente con un producto que realmente
esté a la vanguardia en cuanto a calidad, duración y precio.
Básicamente, se trata de dar al cliente lo que está esperando.
-¿Y qué esperan los consumidores de Louis Vuitton?
-Calidad y múltiples opciones.
-¿Cómo está enfocada la publicidad de la marca?
-La publicidad sirve para comunicar, el objetivo es mostrar todo el
universo de Louis Vuitton y al mismo tiempo informar dónde se
puede comprar LV. La única garantía de que el artículo
sea auténtico es adquirirlo en las tiendas LV.
-Tienen tanto éxito como imitadores. ¿Cómo se defienden
de la piratería de diseños?
P.F. -Cualquier producto que encuentren fuera de una tienda LV es trucho.
-A él le encanta esa palabra.
P.F. -No es un fenómeno nuevo para nosotros, tenemos abogados
en los cinco continentes que trabajan veinticuatro horas al día
en el tema. Originalmente, la tela LV monograme, que existe desde 1896,
fue creada por el hijo de Louis Vuitton para luchar contra la piratería.
-En 1997 sumaron el rubro vestimenta. ¿A qué se debió
ese cambio de política?
-Todo confluye en un mismo punto: ofrecer calidad. También hablando
de piratería se llega a ese tópico. A un cliente acostumbrado
a utilizar los productos LV se le ponen los pelos de punta ante una
imitación. Porque, dejando de lado el look (se ven muy parecidos)
la calidad de LV es inigualable. Si eres un consumidor de lujo no traes
un producto que no es auténtico. Si lo haces, no perteneces a
ese tipo de mercado.
-¿En cuántos se estiman los consumidores mundiales de
la industria del lujo?
-LV siempre está dirigido a las elites, a gente muy conocedora
de la calidad y la duración. Realmente, en un mercado como el
de Punta del Este sería bastante vago arriesgar un número...
-¿Y en el mundo?
-Las cifras de LV se mantienen en completa confidencialidad.
Lo que es moda...
-¿Cuáles son las tendencias del ready to wear para el
2002 ?
-Una colección inspirada en el estilo militar soviético,
con capas, gorros y botas con mil broches. Luego la Croisiere Collection
anuncia la llegada de una temporada más flower power, amor y
paz, muchas flores. Eso es realmente una tendencia. El encanto de Marc
Jacobs es que realmente puede sentir lo que viene, la vanguardia.
-Ya que lo menciona, ¿cuál fue el aporte del diseñador
Marc Jacobs a la firma?
-Jacobs desarrolló una serie de colecciones que evolucionaron
dentro del sistema Vuitton y reinterpretaron distintos temas, como la
colección Primavera-Verano 2000, de fuertes reminiscencias militares
pero al mismo tiempo con toda la irreverencia del graffiti. Un mes y
medio después de los acontecimientos del 11 de Setiembre, Jacobs
concibió una nueva colección super sixties-seventies,
completamente inspirada en cuentos de hadas, en el soñar y romper
con toda clase de rigidez. Es como volver al flower power, con flores
a más no poder, todo muy sedoso, con muchísimo vuelo,
pero al mismo tiempo acompañado de zapatos con una estructura
perfecta, llenos de clavitos y todo tipo de detalles. En eso radica
el encanto de Vuitton, en tener todo ese juego y responder al consumidor
con el máximo nivel de calidad.
-¿Por qué una casa asociada al lujo extremo, que apunta
al público de elite, puso los ojos en un diseñador joven
más asociado a tendencias juveniles y rockeras como el grunge?
¿No es una contradicción?
-La idea es tener una serie de respuestas que satisfagan a un público
muy amplio. El universo Vuitton no está dirigido a un mercado
de 50, 30, o 70 años. Estás hablando de algo universal:
de un cliente que busca la calidad. Jacobs no sólo acaba de ganar
el VH1 Fashion Award, también es capaz de dar respuestas rápidas
en un mundo hipercomunicado. La excelencia en la calidad es su punto
de comunión máximo con LV.
-A propósito, la globalización puede ser entendida de
diferentes maneras ¿Qué significa globalización
para LV y qué ventajas tiene?
-La ventaja es poder acceder a los mismos productos en lugares tan distantes
como París y Tokio, Nueva York y Punta del Este. En el caso de
la Croisiere Collection más rápido aún, porque
esos productos todavía no llegaron a Japón. Por otra parte,
la comunicación rápida y dinámica requiere de un
sistema muy veloz. Vuitton lo percibió y creó el nuevo
sitio en internet: www.vuitton.com.
-Globalización también significa producir en mercados
remotos con mano de obra barata...
P.F. -Nosotros tenemos casi todas las fábricas en Francia. Prácticamente
todo se produce allí. También tenemos una en Catalunya
y otra en California, con productos para el mercado estadounidense.
Alzas y Bajas
- ¿De qué manera repercutieron en la industria del lujo
y el mundo de la moda los atentados del 11 de Setiembre?
P.F. -Como lo dije al principio, la vida sigue. La mejor manera de contestar
a esos incidentes es continuar con nuestra faena y dar trabajo a la
gente. Una tienda en Punta del Este impulsa la actividad económica
del balneario. Me parece que es una de las mejores respuestas que podemos
dar.
-Teniendo en cuenta que las compañías aéreas se
vieron seriamente damnificadas y que LV es tradicionalmente una marca
de maletas para viajes, ¿no experimentaron una disminución
en las ventas?
-Estamos en un mundo global donde la gente viaja mucho, y donde lo que
sucede en un país tiene repercusión en todo el mundo.
Me parece que de ahora en adelante tenemos que convivir con la idea
que vamos a tener altibajos, las cosas van a ir up & down. Lo importante
es ser flexible y adaptarse.
-¿Cuáles son los beneficios de integrar un conglomerado
económico?
-Tener una fuerza muy importante, como la de un banco u otros grupos.
Pero parte del gran éxito del grupo LVMH reside en la individualidad
y el respeto total de cada una de las marcas. Cada una tiene su historia,
su inversión publicitaria y su propia rentabilidad. Cada una
es un universo entero y separado.
-¿Cuáles son las líneas de mayor crecimiento dentro
de LV?
-El monograma es uno de los principales productos a nivel mundial, se
ha visto una evolución impresionante en la línea del damero;
acabamos de lanzar la línea de corbatas, que es un nuevo nicho
de mercado; la joyería se está destacando con el charme
brazalete, en oro de 18 kilates, al que se pueden agregar dijes de distintos
tipos en piedras preciosas. Siempre estamos innovando. Para nosotros
crecer es poder mostrar nuestro universo entero, eso nos importa más
que vender dos bolsos más de una colección.
-¿Qué líneas introdujeron en Punta del Este?
-No siempre presentamos la línea entera. Acá hay accesorios
de viaje y bolsos, pero no habrá zapatos, ni ropa.
-¿Cuáles son los próximos pasos de LV en el nuevo
local?
-Introducir la colección de corbatas, que es un boom de la casa,
y la joyería con el lanzamiento del charme brazalete.
-Finalmente, ¿por qué un uruguayo habría de pagar
cientos de dólares por un bolso?
-Porque son para toda la vida y el diseño está presente
en todos los detalles. Desde el borde que tiene un delicado grabado,
al broche que lleva grabada la LV sobre un dorado perfecto. Porque los
cierres corren con toda suavidad y, aunque estén a medio cerrar
puedes introducir la mano sin cortarte; porque el bolsillo lateral no
se abre, sino que siempre está perfectamente plano. Además,
porque la costura es perfecta. Eso es lo que nosotros llamamos calidad:
tener el mejor tipo de costura y el mejor material en el producto que
la persona va a llevar a la calle. Vale la pena.
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